Tres campas contiguas del parque de Doña Casilda han sido temporalmente cerradas por el Ayuntamiento de Bilbo tras detectar la presencia de la abeja Andrena, también conocida entre los entomólogos y amantes de la naturaleza como la «abeja minera».
Según dicen los expertos, la abeja minera no es reconocida por un comportamiento agresivo. Sin embargo, el Consistorio de la capital vizcaina ha tomado la decisión de restringir el acceso a ciertas áreas del parque con el objetivo de prevenir posibles incidentes y estudiar de cerca el fenómeno.
Las abejas Andrena son conocidas por anidar en el suelo, excavando túneles en el sustrato. Estos túneles suelen estar ubicados en áreas con suelo suelto, como laderas, bancos de arena o incluso en jardines y campos. Son polinizadoras eficientes y desempeñan un papel crucial en la polinización de plantas silvestres y cultivadas. Son atraídas por una variedad de flores, lo que las convierte en polinizadores importantes para la biodiversidad y la agricultura.
Sin embargo, lo que ha despertado cierta alarma es el hecho de que esta especie, más típica del sur de la península, haya sido localizada en una zona como Bilbo, donde sin ir más lejos este lunes se han superado los 32 grados, algo totalmente impropio de octubre.
Esto plantea un misterio en lo que respecta a sus patrones de migración y colonización cuando se enfrentan a entornos climáticos y medioambientales diferentes a los que suelen habitar.
De momento, el Ayuntamiento de Bilbo ha cerrado las zonas afectadas. El resto del parque sigue estando accesible y seguro para el disfrute de los residentes.