Con una negociación hasta última hora y al borde del plazo de presentación de enmiendas, PNV y PSE vuelven a introducir los «modelos lingüísticos vigentes» en el proyecto de Ley de Educación. Se trata de un punto que no estaba en el Pacto Educativo y que puede romper consensos.

En concreto, PNV y PSE introducen en la exposición de motivos de la ley que el proyecto lingüístico de cada centro se hará dentro de la legalidad actual «sobre la base del sistema de modelos lingüísticos vigentes, asegurando que cualquier desarrollo o actualización de los mismos se realice mediante el desarrollo reglamentario garantizando aquellos mismos derechos y principios» recogidos en el Estatuto y la Ley de Normalización del Euskara de 1982.

En rueda de prensa el parlamentario del PNV Gorka Álvarez ha admitido que ese inciso incluido en la exposición de motivos de la ley permitirá que haya centros que puedan seguir manteniendo el modelo A. Y María Jesús San José, que ha intervenido como portavoz del PSE, ha asegurado que con la nueva ley cualquier familia podrá seguir exigiendo su derecho a recibir educación en castellano.

Ninguno de los dos ha podido precisar cómo encaja esto en el objetivo fijado en la ley de que todo el alumnado tenga al menos un nivel de B2 en euskara al finalizar la enseñanza secundaria.

Además, pese a hablar de un sistema vertebrado por el euskara, también se les da al castellano y a la lengua extranjera un carácter vehicular en la enseñanza.

Cabe recordar que la inclusión de la mención a los actuales modelos lingüísticos puede causar una quiebra en el consenso que había con EH Bildu, que entiende que esto deben quedar fuera de la ley puesto que no figuran en el pacto educativo alcanzado el 7 de abril de 2022 y que calificaron de histórico. EH Bildu anuncia una comparecencia este miércoles en la que ya avanza en parte su opinión al hablar de «inesperada autoenmienda» por parte de los dos grupos del Gobierno.

Cuatro enmiendas a la totalidad

Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU, Vox, Ciudadanos y PP han registrado una enmienda a la totalidad cada uno, considerando que la ley es deficiente y debe ser devuelta al Gobierno.

Miren Gorrotxategi, portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, ha asegurado que el proyecto de ley se ha apartado totalmente del pacto educativo y que hace una apuesta por la privatización de la enseñanza y apuesta por la «concertación universal». Además ha anunciado la presentación de otras 44 enmiendas parciales, 13 de las cuales son copia literal de artículos del pacto educativo de abril de 2022.

Vox, Ciudadanos y PP también están en contra de la ley, en este caso por no atender suficientemente a la enseñanza concertada y por considerar que impone la euskaldunización forzosa del alumnado, al tiempo que se trata de un proyecto político «de los nacionalistas».

EH Bildu presenta 146 enmiendas

Por su parte, EH Bildu ha presentado un total de 146 enmiendas parciales con las que dice pretender mejorar la ley sin salirse del contenido del pacto educativo, según ha explicado su parlamentario Ikoitz Arrese.

Entre otros aspectos, se plantea un apartado nuevo para definir qué condiciones debe cumplir un centro para recibir financiación pública y qué pasará con quién no las cumpla. También ofrece una concreción sobre la inclusión.

En materia de lengua se ciñe al proyecto plurilingüe con el euskara como eje vertebrador y propone la creación como instrumento de un índice de complejidad lingüística que facilite los objetivos a cumplir en esta materia.

EH Bildu propone que cada centro tenga un contrato programa, pero que en lugar de la competitividad entre ellos fomente la equidad y la innovación.

Además, Ikoitz Arrese ha destacado que en su primera enmienda introduce que la Ley de Educación debe reconocer el derecho de Euskal Herria, como nación que es, a disponer de un sistema educativo propio.