La cima del Mont Blanc está 2,22 metros más baja que en 2021. En concreto, el techo de los Alpes medía en septiembre de 2023 4.805,59 metros. Esto podría deberse a la disminución de las precipitaciones en verano, según Jean des Garets, presidente de la cámara departamental de geómetros de Alta Saboya, en el sureste del Estado francés.
«El Mont Blanc podría ser mucho más alto dentro de dos años», ha explicado. El pico rocoso de la montaña mide 4.792 metros sobre el nivel del mar, pero su espesa capa de hielo y nieve varía de altura de un año a otro en función del viento y el tiempo.
Los investigadores llevan midiéndola cada dos años desde 2001, con la esperanza de recabar información sobre el impacto del cambio climático en los Alpes. Sin embargo, de media, entre una medición y otra, la variación solía ser de unos 13 centímetros, frente a los 2,22 metros de la realizada este año.
La altura más alta registrada de la montaña fue de 4.810,90 metros, en 2007.
«Estamos recopilando los datos para las generaciones futuras, no estamos aquí para interpretarlos, eso se lo dejamos a los científicos», ha señalado des Garets. La altura se determina colocando pequeños receptores en la nieve para modelar la capa de hielo que se encuentra en la parte superior. Los receptores emiten una señal GPS que luego se utiliza para obtener una medida al centímetro más cercano.
Unas 20 personas escalaron la montaña a mediados de septiembre para realizar mediciones durante varios días, divididas en ocho grupos equipados con herramientas de alta tecnología y, por primera vez, un dron. «Hemos aprendido mucho de estas campañas de medición: sabemos que la cumbre cambia constantemente de altitud y posición, con cambios de hasta cinco metros», ha apuntado des Garets.
La semana pasada se reveló que los glaciares en Suiza habían sufrido su segunda pérdida anual más grande, lo que los científicos llamaron un síntoma claro del calentamiento global.