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Greenpeace, «alarmada» por el alto nivel de nitratos en las aguas de los ríos navarros

Los niveles de nitratos en las aguas de los ríos navarros son alarmantes, según ha destacado Greenpeace tras realizar 63 mediciones en diferentes puntos del herrialde durante los pasados cinco días.

Un miembro de Greenpeace realiza una medición de nitratos en un río navarro.
Un miembro de Greenpeace realiza una medición de nitratos en un río navarro. (GREENPEACE)

Greenpeace ha reconocido estar «alarmado» ante el alto nivel de nitratos en las aguas de los ríos navarros. Este grupo ha realizado en los últimos cinco días mediciones en 63 puntos del herrialde y ha encontrado valores que van desde los seis miligramos por litro hasta los 260, lo que califica de «muy preocupante».

La legislación actual establece que se consideran aguas afectadas por la contaminación por nitratos las que superan los 25 miligramos por litro en las superficiales, los 37,5 en las subterráneas y los 50 en las de consumo.

Las zonas más contaminadas que ha detectado Greenpeace son Alesbes, que ya está declarada como vulnerable a la contaminación por nitratos, y Larraga, que no ha recibido esta declaración pese a los niveles detectados. Los niveles más bajos se detectaron en Pitillas, paradójicamente en el agua de riego de un cultivo intensivo.

En el marco de esta iniciativa, Greenpeace se ha reunido con el consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del Gobierno navarro, José Mari Aierdi.

Con estos datos en la mano, Greenpeace ha reclamado a Aierdi que establezca una moratoria a la ganadería industrial de al menos cinco años, desarrollar un plan para la reducción paulatina de la cabaña ganadera intensiva hasta alcanzar el 50% en 20230, no conceder autorizaciones para nuevos regadíos intensivos y reducir el uso de fertilizantes sintéticos, incrementar el control de la calidad del agua, declarar nuevas zonas vulnerables y poner en marcha medidas pare revertir la contaminación.

Reunión con Aierdi

Greenpeace ha valorado positivamente que Aierdi se haya mostrado contrario al modelo de ganadería industrial y las macrogranjas y favorable a la ganadería extensiva.

«Es especialmente descorazonador ver que muchas fuentes naturales, con aguas de origen subterráneo, presentan valores que muestran que el acuífero está saturado de nitratos y que están muy por encima del máximo permitido para consumo humano debido a su riesgo para la salud. Este es el caso de la fuente de Gardos en Oteiza, que el municipio restauró y donde la concentración de nitratos ha dado 130 mg/l. La situación es lamentable, por un lado, porque todas siguen manando agua en cantidad pese a la sequía, y por otro lado, porque no existe siquiera un cartel que indique que el agua no es potable, por lo que la ciudadanía puede estar bebiendo de ellas a pesar de no ser aptas para el consumo, al superar con creces el límite establecido para el agua potable», ha lamentado, en cambio, Greenpeace.

«Navarra no se merece que estén envenenando sus aguas con nitratos para que unos pocos se llenen los bolsillos», ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de Greenpeace España.