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La investidura de Sánchez sobrevuela los actos del 12-O en Madrid

Las celebraciones españolas del 12-O, con el desfile militar de Madrid como acto más destacado, han llegado este año en pleno proceso de negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, un contexto que marcó las declaraciones de los distintos representantes políticos e institucionales.

El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, en el desfile militar.
El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, en el desfile militar. (Alberto ORTEGA | EUROPA PRESS)

El habitual desfile militar que acompaña en Madrid a las celebraciones del 12 de octubre fue aprovechado por buena parte de los asistentes para desempolvar viejos lemas, como «España una y no cincuenta y una», recuperar algunos hits, como «Puigdemont a prisión» y sumar algunos de nuevo cuño, como «Que te vote Txapote» dirigidos a un Pedro Sánchez cuya eventual investidura marcó la parada.

Presidido por Felipe de Borbón, en el acto, que este año se ha trasladado desde el Paseo de la Castellana al del Prado y Recoletos, participaron 4.177 militares, junto a 142 vehículos y 86 aeronaves que sobrevolaron los cielos de la urbe. Además de los jefes de Estado y de Gobierno, asistieron los ministros y ministras, con la excepción de la titular de Igualdad, Irene Montero, de viaje oficial en Chile, altos cargos de las Fuerzas Armadas, como el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante general Teodoro Esteban Calderón, la mayoría de los presidentes y presidentas autonómicas, entre ellas la lehendakari María Chivite –no así Iñigo Urkullu, y tampoco el president Pere Aragonès– y otras autoridades del Estado y dirigentes políticos.

El escenario, tan añejo como siempre más allá del cambio de ubicación, fue aprovechado por varios mandatarios autonómicos para marcar posición ante las negociaciones que buscan culminar con una nueva investidura del presidente en funciones.

Por ejemplo, Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente andaluz y miembro del PP, sostuvo que este año la celebración del 12 de octubre es distinta, por la «preocupación sobre la negociación para la investidura de Sánchez con partidos independentistas, que no creen en un proyecto común y compartido como es España». Añadió que «sería preocupante que un partido que representa al seis por ciento del país tomara decisiones sobre el 94% restante».

En la misma línea, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, del mismo partido, llamó a preservar «el valioso marco» de la Constitución de 1978 «para garantizar el futuro de nuestro estado social y democrático de derecho desde la unidad de la nación española», mientras que su homólogo de Murcia, también del PP, censuró que «algunos intenten convencernos de que España y la Constitución pueden acomodarse a la oportunidad del momento para satisfacer intereses políticos y de que bajo el pretexto de la convivencia se puede mercadear con las leyes y la Carta Magna».

Su compañera de partido, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, apeló a «sentirnos orgullosos de ser españoles» y celebrar «nuestra cultura y legado comunes». «En un día como el de hoy, valoramos la importancia de nuestra diversidad y unidad como nación», expuso en un mensaje en su perfil en la red social X (antes Twitter).

No fueron, sin embargo, los del PP los únicos mandatarios autonómicos que destaparon su perfil más nacionalista. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, del PSOE, afirmó que «la unidad es la principal garantía de igualdad», y que «nunca como ahora en la historia de España se puede decir que los conceptos de igualdad y unidad son dos caras de una misma moneda». «Hoy quiero reivindicar un concepto que seguramente será nuevamente cuestionado por algunos extremistas y radicales, especialmente aquellos del lado más independiente: creo que nadie puede ignorar que la soberanía es nacional y solo hay una», insistió.

Primera reunión con EH Bildu

Más allá de este alarde de rancio patrioterismo español, los periodistas trataron de sonsacar alguna información a Sánchez sobre las negociaciones que mantiene en torno a la investidura. Este, sin embargo, apenas soltó prenda y no quiso aclarar, por ejemplo, si hablará con Carles Puigdemont o con Arnaldo Otegi dentro de la ronda de contactos para garantizar los apoyos que necesita y se limitó a decir que hablará y se reunirá con los «grupos parlamentarios».

Entre ellos estará, EH Bildu, cuyos portavoces en el Congreso y el Senado, Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta, respectivamente, tienen previsto mantener una reunión hoy en la Cámara Baja con el candidato a la reelección.

Será la primera vez que un presidente español se reúna en público con la coalición independentista, y el encuentro ha despertado una lógica expectación en los medios.

La anterior ‘foto’ de investidura la protagonizó Adriana Lastra, entonces número dos del PSOE y portavoz de ese partido, a principios de 2020.

Y es que hasta ahora lo habitual era que Sánchez delegara en sus portavoces parlamentarios las reuniones con los grupos de menor peso en el Congreso, pero ahora ha decidido asumirlas en persona, al menos en la primera toma de contacto, para luego dar paso a una comisión negociadora que irá concretando detalles a partir de la próxima semana.

De momento, el presidente en funciones admitió ayer que la «negociación es complicada», pero indicó que «va en la dirección adecuada» y que se está avanzando «paso a paso» con el objetivo de evitar una repetición electoral, algo para lo que ha dicho que hará todo lo que esté en su mano.

En la misma línea se pronunciaron tanto el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dos de los miembros del equipo negociador del PSOE de cara a la investidura de Sánchez. Ambos reconocieron que la negociación es «difícil», en palabras de Montero, sobre todo por el componente de rivalidad existente entre ERC y Junts con la vista puesta en las próximas elecciones catalanas.

Montero dijo al respecto que en su partido hay «desconfianza», y aunque consideró que es posible un acuerdo para que Sánchez siga en la Moncloa, también cabe la posibilidad de que al final no lo haya y se repitan los comicios.