Laurent Perpigna Iban-Ann Sansaor

Nuevo bautismo de Hamas en el «eje de la resistencia» de Irán-Hizbullah

Tras varios años de enfriamiento en sus relaciones, el Hamas palestino y el Hizbullah libanés renovaron sus lazos hace unos meses, bajo la atenta mirada de su patrocinador iraní. Un acercamiento que parece haber jugado un papel clave en la ofensiva del 7 de octubre.

Apoyo a Palestina en Beirut.
Apoyo a Palestina en Beirut. (Christina ASSI | AFP)

Es una realidad evidente para todos: el enfrentamiento entre el Hamas palestino y el Estado de Israel está sacudiendo peligrosamente los ya frágiles equilibrios regionales.

En las últimas horas, mientras el Ejército israelí (Tsahal) está evaluando una ofensiva terrestre en Gaza, todas las miradas han estado puestas en los suburbios del sur de Beirut, bastión del Hizbullah libanés. El «Partido de Dios», vinculado orgánicamente a la República Islámica de Irán y auténtico maestro del juego en el Líbano, amenaza con abrir un nuevo frente contra Israel en apoyo a los islamistas palestinos.

Líbano, que ya lleva varios años en proceso de colapso, se encuentra en el centro de los últimos acontecimientos. No es ningún secreto: en las numerosas reuniones celebradas en los últimos meses en la capital libanesa entre el Ejército iraní, Hizbullah, la Yihad Islámica Palestina –vinculada a Teherán– y Hamas sugirió la inminencia de una operación a gran escala contra Israel. «Es importante señalar que esta ronda de reuniones en profundidad dio lugar a declaraciones muy claras de estos actores, sugiriendo que había llegado el momento de la confrontación, y que esto se haría con la unción del Guía Supremo iraní. En ese sentido, no es ninguna sorpresa», señala el investigador del IRIS David Rigoulet-Roze.

En la órbita iraní

Ell Estado de Israel parece enfrentarse hoy a un frente unido. Se trata del espectacular acercamiento en los últimos meses entre Hamas y Hizbullah –y, por tanto, con su respaldo iraní– en los últimos meses, rompiendo con años como poco complicados entre ambas organizaciones.

Aliados durante mucho tiempo –Hizbulla fue durante mucho tiempo el hermano mayor de Hamas–, la guerra siria dio un vuelco a las relaciones entre ambas formaciones entre los dos grupos: mientras los islamistas palestinos hacían suya la causa de los revolucionarios sirios, el partido chií libanés luchaba al junto al régimen.

La incursión es una operación que responde a una hizbulización de Hamas que los servicios de inteligencia israelíes pasaron claramente por alto en términos de disciplina, estrategia e incluso equipamiento

Una situación que comenzó a invertirse gradualmente a partir de 2017: escaldados por el deshielo de las relaciones turco-israelíes, una parte de la dirigencia de Hamas, que había sido reubicada en Estambul, se trasladó de nuevo a Beirut, aferrándose a la «Mumanaa», el campo de la «resistencia» –es decir–, el eje proiraní.

«Hoy asistimos a un punto de inflexión operativo, que también permite romper el aislamiento chií en la «Mumanaa» y la integración de los grupos suníes palestinos, todo ello bajo la apariencia de una especie de ecumenismo islámico», señala Karim el-Mufti, profesor de ciencias políticas.

Una reconciliación que debe mucho al deseo de Irán de reforzar el «eje de resistencia» y que supone un bienvenido cambio respecto a la serie de normalizaciones que tuvieron lugar en 2020 entre Israel y los países árabes. Como resultado, todos los frentes parecen entrelazados, desde Gaza hasta los territorios ocupados de Cisjordania, pasando por el sur del Líbano y los grupos armados proiraníes del sur de Siria, que también están en condiciones de abrir un nuevo frente contra Israel. Sin olvidar a las milicias chiíes de Irak.

Por de pronto, Siria acusó ayer a Israel de dejar fuera de servicio los aeropuertos internacionales de Damasco y Alepo (noroeste) con dos ataques simultáneos.

Así pues, si todos estos frentes se activaran simultáneamente, el Ejército israelí bien podría encontrarse totalmente forzado a responder, lo que limitaría su margen de acción.

Aunque Irán ha negado formalmente haber desempeñado papel alguno en la mortífera ofensiva llevada a cabo por Hamas el pasado 7 de octubre, parece claro que la República Islámica desempeñó, como mínimo, un papel de apoyo. «Es una certeza que Hamás no habría tomado por sí solo la iniciativa de una operación de este tipo, que lleva el sello de Teherán y no el de Gaza», afirma David Rigoulet-Roze.

«Hizbulizazión» de Hamas

Para Karim el-Mufti, la estrategia de Hamas lleva definitivamente el sello de Hizbullah. «Es una operación que responde a una hizbulización de Hamas que los servicios de inteligencia israelíes han pasado claramente por alto en términos de disciplina, estrategia e incluso equipamiento...».

Pues aunque durante mucho tiempo el grupo palestino se «contentó» con lanzar cohetes o ataques en territorio israelí por parte de «lobos solitarios» los palestinos, ahora parece haber cambiado de programa. «En la ofensiva del 7 de octubre, la influencia de Hizbullah es perceptible. Es sorprendente», prosigue Karim el-Mufti.

Intenciones

Las autoridades israelíes parecen haber tomado la medida del peligro, advirtiendo que si Hizbullah abriera un frente en la frontera israelo-libanesa, no dudarían en atacar las capitales libanesa y siria.

¿Es inevitable una conflagración regional? Nada lo es. Líbano se encuentra en un avanzado estado de descomposición. En crisis institucional, política y económica, el país podría hundirse definitivamente si Hizbullah decidiera unilateralmente precipitarse a una nueva guerra. Un riesgo que el grupo chií libanés no parece dispuesto a asumir por el momento.

«Hamas está en proceso de transformación y Hizbullah es el maestro de obras; por lo tanto, no necesita ir a la guerra para desempeñar su papel. Ya está ocupando a las fuerzas israelíes en sus fronteras, está abriendo un frente que, por el momento, es sobre todo una muestra de solidaridad. Hizbullah parece confiar en la capacidad de Hamas para tomar represalias en su territorio».

Sin embargo, en caso de que su socio palestino tenga dificultades, ¿podría el Partido de Dios contentarse con respuestas mesuradas? «Si el equilibrio de poder cambiara en Gaza, si los israelíes pudieran avanzar militarmente y causar serias dificultades, Hizbullah podría intervenir e implicarse firmemente para cambiar la situación», sentencia Karim el-Mufti.