Con un cura, mujeres vestidas de luto con velo, un ataúd y una pancarta con el lema ‘Nos vamos a la mierda’ con un lazo negro, los agricultores y ganaderos alaveses, convocados por UAGA, han representado ante el Palacio Foral el «funeral» del sector primario.
Allí, han reivindicado su carácter estratégico para la sociedad y han apelado a la responsabilidad de todos para evitar su «muerte», ya que de continuar la situación actual y las amenazas que se ciernen sobre ellos, «el tejido social y productivo que es la base de nuestro territorio desaparecerá».
El primer factor que, según la UAGA ha provocado esta situación, es que llevan muchos años soportando unos costes de producción cada vez más altos, mientras se ven obligados a aceptar contratos por debajo de esos costes, pese a que la Ley de la Cadena Alimentaria lo prohíbe.
Este año, las incidencias climatológicas han mermado drásticamente las producciones y pese a contar con ayudas, estas no han llegado a todos los sectores ni a todos los municipios.
En este sentido, han censurado que las ayudas aprobadas el martes por la Diputación no han cubierto las pérdidas sufridas en pastos permanentes y municipios como el de Zigoitia han quedado fuera.
Asimismo, ha aseverado que Lakua aprovechó la campaña electoral para lanzar unas ayudas al sector vitivinícola, que finalmente se retrasaron hasta final de verano y que redujeron considerablemente su cuantía.
A ello se añade que en un año seco como este, las instituciones han dejado escapar la paja del herrialde, que se ha destinado a biocombustible, mientras se traía forraje de fuera a un coste más alto e insuficiente.
Los ganaderos, además, ven amenazadas sus explotaciones por una nueva epidemia, la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, que avanza y que necesita que se tomen medidas urgentes para contrarrestar su propagación. Y la expansión del lobo, con el sobrecoste que estos animales suponen para los pastores.
En el sector vitivinícola, además de la reducción de precios y los contratos por debajo de costes, UAGA ha criticado que en la vendimia se le ha «asediado» con inspecciones en campo que obstaculizan el desarrollo de las campañas.
Mientras las producciones tradicionales de Araba se ven mermadas, han asegurado que las instituciones apoyan macroproyectos como la industria tomatera de Tuesta, ajena a la producción local, cuestionable desde el punto de vista medioambiental.
«Se les llena la boca»
Por último, han denunciado que a las instituciones «se les llena la boca» con el carácter estratégico del campo, pero ofrecen a los grandes oligopolios energéticos las mejores tierras para diversos proyectos: placas solares, líneas de alta tensión, Tren de Alta Velocidad.
De hecho, han recordado que la Diputación ha dejado al sector primario sin departamento foral propio, «encorsetado entre la sostenibilidad y el medio natural».
La conclusión es que los hechos demuestran que la agricultura y la ganadería no son prioritarias para las instituciones, han denunciado.
UAGA ha insistido que va a seguir luchando por un sector agroganadero vivo, con personas detrás de cada proyecto de trabajo, y que peleará por cada centímetro de tierra agraria.