El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha señalado que «no creo que sea apropiado en este momento» una investigación internacional sobre la matanza en el hospital Al Alhi de Gaza, que causó medio millar de muertos. El portavoz estadounidense ha defendido que Israel ha hecho públicas «gran cantidad de pruebas» que apoyan su tesis sobre la autoría del ataque, que atribuye a un cohete de la Yihad Islámica.
Miller ha señalado que el Gobierno estadounidense está haciendo su propia investigación y ha lamentado, en cualquier caso, que muchos medios y mucha gente se apresuraran a creer la versión de Hamas, «una organización terrorista», de que Israel era responsable del ataque. Según ha indicado, mientras Hamas »no aportó pruebas, sí lo hizo el Gobierno de Israel».
El portavoz ha tenido que afrontar varias preguntas de los periodistas sobre la dimisión de un cargo del Departamento de Estado en protesta por la decisión de Estados Unidos de seguir proporcionando ayuda militar a Israel en este momento, a pesar de los ataques contra la población civil de Gaza.
Se trata de Josh Paul, encargado de asuntos parlamentarios de la Oficina Político Militar del Departamento de Estado, quien en su carta de dimisión denunció el apoyo «ciego hacia un lado» por parte de la Administración del presidente Joe Biden, que está llevando a decisiones «cortas de miras, destructivas y contradictorias con los valores» de los que presume.
«Entendemos, esperamos y apreciamos los distintos puntos de vista de la gente que trabaja en este departamento», ha dicho Miller, para añadir que esa «diversidad» de opiniones es la «riqueza» de dicha institución y de la que su titular, el secretario de Estado, Antony Blinken, «se nutre» a la hora de tomar decisiones.
En cualquier caso, ha querido dejar «muy claro» que el Gobierno de Biden apoya con fuerza el «derecho» e incluso la «obligación» de Israel de defenderse de estos ataques «terroristas», a la vez que ha pedido a ese país que cumpla con la ley internacional en sus operaciones militares.
Miller ha reconocido que las armas de EEUU «no pueden usarse contra la población civil», pero también ha admitido que «una de las tragedias de la guerra es que siempre hay muertes civiles, y lo que es necesario es que se minimicen».
Michel pide una «investigación seria»
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha reclamado una «investigación seria» sobre el bombardeo al hospital Al Ahli. Michel se reúne este viernes en la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con motivo de la Cumbre entre EEUU y la Unión Europea.
«Sentimos emoción por las víctimas y necesitamos una investigación seria para aclarar las cosas», ha declarado el político belga, para recalcar que «muchos líderes en Europa y fuera de Europa» quieren despejar las dudas sobre lo sucedido.
Michel ha subrayado que un ataque a un hospital vulnera la legislación internacional. «Esto tiene que decirse claramente».
Sobre la postura de Estados Unidos que ha asumido la versión israelí, el político belga dijo que ha «tomado nota».
Sobre las críticas internas recibidas –como las del presidente irlandés, Michael Higgins– por el viaje de Von der Leyen a Israel, donde la alemana no se pronunció sobre las víctimas civiles de Gaza, Michel ha asegurado que la UE tiene una «sola voz» sobre el conflicto.