Las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, aludiendo al origen del conflicto entre israelíes y palestinos ha comenzado a tener consecuencias prácticas sobre el terreno.
Guterres afirmó el martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el asalto de Hamas del 7 de octubre no surgió «de la nada» y recordó que el pueblo palestino lleva sometido a «56 años de asfixiante ocupación». Previamente, había rechazado «inequívocamente los actos terroristas horribles y sin precedentes» de Hamas.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, se apresuró a reclamar la dimisión de Guterres, pero la cosa no quedó ahí. El propio Erdan ha remarcado que Israel ha comenzado a denegar visados a representantes de la ONU y ha citado entre ellos a Martin Griffiths, subsecretario general de Asuntos Humanitarios. «Hay que darles una lección», ha dicho Erdan.
Vínculo con el proceso vasco
Griffiths estuvo hace ahora dos años en Aiete con motivo de la década de la Conferencia de Paz de 2011 y, según contó en aquella cita, de su mano vinieron Jonathan Powell, exjefe de Gabinete de Tony Blair, y Mark Muller, el abogado que lideró el caso de Inés del Río ante el TEDH y que supuso el fin de la ‘doctrina Parot’.
Es también fundador del Centro para el Diálogo Humanitario Henry Dunant, con sede en Ginebra, y mantuvo una intensa participación en el proceso de negociación vasco de 2005-2007.
La ONU trata de quitar hierro
Tras el anuncio israelí, la ONU «está dialogando» con ese Gobierno sobre los visados bloqueados o denegados a sus funcionarios. El portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, ha querido importancia al anuncio de Erdan y ha dicho no está afectando por el momento al trabajo de los funcionarios de la ONU en Israel: «He hablado con mis colegas en Jerusalén y siguen con sus contactos a todo nivel con sus contrapartes, sean del Gobierno o del Ejército, y los contactos continúan con normalidad», ha matizado.
Ha insistido en que no han apreciado «ningún cambio ni disminución en el estatus» de sus trabajadores sobre el terreno en Israel y Palestina.
Con respecto a la situación del propio Griffiths, Dujarric ha dicho que actualmente se encuentra en Ginebra (su residencia habitual), y ha expresado el deseo del secretario general de que «como cualquier otra oficina que trabaja para la Secretaría, esperamos que cada estado miembro facilite el trabajo de los funcionarios de la ONU en viaje oficial».
Y sobre las peticiones de dimisión de Guterres pronunciadas ayer por el embajador israelí Erdan y por el propio ministro de Exteriores, Eli Cohen, Dujarric se ha negado a hacer el mínimo comentario: el secretario general «no se va a poner a comentar cada llamado de un estado miembro para que dimita».
Continúa la masacre
En medio de esta escalada diplomática, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) ha informado de la muerte de otros tres de sus trabajadores víctimas de los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, lo que eleva a 38 el total de fallecidos desde el 7 de octubre.
Además, los bombardeos han dañado un total de 41 instalaciones de la organización, que actualmente acoge a 613.000 gazatíes desplazados en otros 150 complejos a lo largo de toda la Franja de Gaza.
Según el informe, el número medio de desplazados internos por refugio ha alcanzado 2,7 veces su capacidad, y algunos refugios han llegado a tener 12 veces la ocupación prevista.
«Unrwa continúa distribuyendo asistencia en los refugios; sin embargo, las condiciones actuales limitan gravemente el acceso a los servicios esenciales y representan un riesgo para la salud y la protección de los desplazados internos», detalla en la nota.
Este miércoles se cumple el decimonoveno día de la ofensiva israelí contra Gaza, iniciada a tras el asalto del grupo islamista contra suelo israelí que dejó más de 1.400 muertos y más de 200 rehenes que fueron llevados a Gaza.
Como forma de castigo colectivo, Ejército israelí lleva bombardeando a diario la Franja desde esa fecha y ha matado a más de 6.500 personas. Según datos de Unicef, 2.360 de esas víctimas mortales son niños, lo que indica que 400 niños mueren al día en el enclave. Otros 5.364 menores han resultado heridos por los incesantes ataques del Ejército israelí contra el enclave palestino.
Los continuos bombardeos y la falta de combustible derivada del cerco a Gaza han llevado al Ministerio de Sanidad de Gaza a declarar el «colapso total» del sistema de salud. De los 35 hospitales que hay en la Franja, 12 han dejado de funcionar y recordó que los centros sanitarios ya estaban trabajando a más del 250% por encima de su capacidad.
La Unrwa también había anunciado que, si no llegaba combustible, la noche de este miércoles iba a tener que suspender sus servicios.
Dos resoluciones vetadas
Como estaba previsto, otras dos resoluciones sobre el conflicto en Gaza han sido rechazadas este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La resolución presentada por Rusia que pedía «un alto el fuego inmediato» en Gaza ha sido apoyada por cuatro de los miembros (el mínimo necesario es nueve apoyos).
Estados Unidos y Gran Bretaña, ambos con derecho de veto, han votado en contra.
A su vez, Rusia y China, también con derecho a veto, han votado contra una resolución de Estados Unidos que pedía «pausas humanitarias« en Gaza, criticando en ambos casos que no incluyera un llamamiento claro a un alto el fuego. La resolución ha tenido 10 votos favorables.
Las resoluciones condenan en ambos casos los ataques de Hamas y piden la protección de los civiles, pero mientras que EEUU pide pide meras "«pausas humanitarias» para permitir la entrada de ayuda en Gaza, Rusia exige que se declare un alto el fuego al que EEUU se opone.
Una primera resolución presentada por Rusia el día 16 de octubre fue rechazada por mayoría, y el segundo intento protagonizado por Brasil dos días después, con un texto que se había negociado durante varios días, fue vetado por Estados Unidos pese a aglutinar un apoyo mayoritario de doce de los quince miembros.
Estados Unidos justificó entonces su veto porque la resolución brasileña no incluía «el derecho de Israel a defenderse».
El tema se debatirá este jueves en una sesión especial en la Asamblea en la que 88 países han pedido la palabra, por lo que es probable que la sesión se alargue hasta el viernes por la tarde.
Jordania, apoyada por varios países árabes, ha presentado una resolución para ser votada por la Asamblea, una señal de una postura común países árabes como hace mucho tiempo no sucedía, con el apoyo además de importantes países musulmanes como Turquía, Indonesia o Pakistán.
Cumbre de la UE
Con este panorama, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea buscan en la cumbre de este jueves y viernes la fórmula de consenso para pedir una tregua que garantice el acceso humanitario y la entrega de ayuda a la población de Gaza tras los bombardeos continuados.
Los líderes de los Veintisiete abordarán la acuciante crisis humanitaria en la Franja de Gaza con el objetivo común de garantizar la entrega de ayuda, en concreto alimentos, medicamentos y gasolina, y proteger a los civiles. El reto es amoldar el mensaje para conseguir en la práctica un mayor flujo de suministros a la Franja desde el paso de Rafah.
Pese al consenso general y la convergencia entre los socios europeos sobre este objetivo, queda por ver el lenguaje que emplean los Veintisiete para reclamar esa pausa, ya que Estados miembros como Alemania o Austria quieren que se haga una alusión clara al supuesto «derecho a la defensa» de Israel en su combate Hamas.