La ofensiva israelí contra Gaza se está intensificando con matanzas continuas en las que mueren familias enteras y las víctimas se cuentan ya por centenares cada día. La ONU constató 320 ataques en 24 horas tras la jornada con más víctimas mortales desde el 7 de octubre, que las autoridades gazatíes cifraron en 700. Calculan que 12.000 toneladas de explosivos han arrasado la Franja en 17 días.

Nada se salva de las bombas, como en Jabalia (63 muertos), pero también en zonas del sur de Gaza a las que teóricamente ha ordenado Israel que se evacúe a los civiles, como Rafah (48 víctimas) y Jan Yunis (11). Las autoridades contabilizaban ayer ya 5.841 muertos, entre ellos 2.360 niños, y alrededor de 18.000 heridos, que ya apenas pueden ser asistidos en los hospitales, totalmente colapsados. Al caer la noche ayer iban llegando decenas de muertos y heridos más.

La falta de electricidad y suministros ha forzado a cerrar ya 12 hospitales –dos tercios del total– y 46 clínicas. En muchos otros, los pacientes tienen que ser atendidos en tiendas de campaña.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha contabilizado hasta el momento 72 ataques a instalaciones sanitarias, incluidos 19 hospitales y 24 ambulancias, y otras agencias hablan de 206 escuelas dañadas. Algunas de ellas alojaban a los más de 1,4 millones de desplazados. También advierten de que las medicinas se agotarán en los próximos días y de la escasez de alimentos. «Largas colas se forman antes del amanecer en las panaderías, donde el tiempo de espera promedio llega a ser de unas seis horas, tras las cuales la gente recibe sólo la mitad de las raciones normales», relata  la ONU.

Algunas de estas panaderías y mercados también han sido bombardeados.

Entre extensas zonas reducidas a escombros, con más de un millón de desplazados y sin agua potable, se extienden los brotes de sarna, varicela o infecciones gastrointestinales que afectan ya a 3.000 personas. Sin que paren los bombardeos, la escasa ayuda que ha entrado en las últimas horas en la Franja va directamente a las mesas de operaciones donde se llevan a cabo cirugías sin anestesia y cerca de 200 mujeres dan a luz a diario sin que puedan ser tratadas en caso de complicaciones.

Al menos 870 niños están desaparecidos, muy probablemente entre las ruinas de edificios y las tareas para sacarles se ven dificultadas por los incesantes bombardeos, denunció Save the Children.
Muchos padres están optando por escribir los nombres de sus hijos en las manos de los niños para facilitar su identificación si fallecen.

Liberada

La comparecencia de Yocheved Lifshitz, una de las dos rehenes liberada por Hamas, suscitó las críticas de la prensa israelí por considerar que el Estado debía haberla «gestionado» para dirigir su mensaje.  Lifshitz, de 85 años, dijo que «nos trataron bien» y les dieron comida y medicinas. Además, lamentó que «una valla que ha costado 2.000 millones» no haya servido para proteger a los israelíes.

Israel pide la dimisión de Guterres en la ONU

Israel pidió la dimisión del secretario general de la ONU, António Guterres, que en su comparecencia en un debate abierto en el Consejo de Seguridad aseguró que los ataques perpetrados el 7 de octubre por milicianos palestinos «no surgieron de la nada». A pesar de que repartió críticas entre palestinos e israelíes en la denuncia de violaciones del derecho internacional, Guterres recordó las raíces históricas del conflicto y que «el pueblo palestino lleva sometido a 56 años de asfixiante ocupación» mientras «sus esperanzas de lograr una solución política se desvanecen». La mención a la ocupación desató la ira del ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, que le reprochó la explicación, pidió su dimisión y anuló una reunión programada con Guterres.

El embajador israelí, Gelad Erdan, afirmó luego que su país «se verá obligado a reconsiderar» su relación con la ONU» por no seguir las versiones israelíes sin cuestionarlas.

Por su parte, la Casa Blanca volvió a rechazar  un alto el fuego en Gaza porque «solo beneficaría a Hamas» pese a admitir que la situación todavía va a empeorar para los civiles. La semana pasada, EEUU vetó hasta una propuesta para reclamar una «pausa humanitaria».

Más de un centenar de muertos en Cisjordania

El Ministerio de Salud palestino, vinculado a la Autoridad Palestina, ha cifrado en más de un centenar los civiles muertos por operaciones de las fuerzas israelíes y ataques de colonos en Cisjordania desde que comenzó la guerra en Gaza.

Esta madrugada las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han matado con un dron a tres palestinos en el campamento de refugiados de Burqin, en Yenín, bajo el pretexto de que se trataba de «terroristas armados».

La agencia de noticias palestina Wafa ha indicado que los militares irrumpieron en Burqin, incluso con excavadoras, desplegaron francotiradores en los tejados de varios edificios antes de disparar desde una aeronave. Además de los fallecidos, hay alrededor de 23 heridos, incluido un menor de edad, que presentan distintos estados de gravedad.

Posteriormente, el Ministerio de Salud palestino ha alertado de la muerte de un joven de 19 años por disparos de las FDI en la ciudad de Qalqilia. Hamza Sayel Taha había recibido un disparo en el pecho.

La cartera ministerial ha comunicado una quinta víctima mortal en el territorio, en esta ocasión en Kalandia, cerca de la ciudad cisjordana de Ramala, por heridas de bala de las FDI en la cabeza y el pecho.

Fuentes locales han identificado a esta víctima como Ahmed Galeb Mutair y han indicado que la operación del Ejército israelí ha incluido la detención de varios ciudadanos en la mencionada localidad. Además, otros cinco jóvenes han resultado heridos de bala.

Por otro lado, un palestino de 19 años, Jaled Foqaha, ha muerto este miércoles tras ser herido por fuerzas israelíes la semana pasada de Tulkarem.

El Ministerio de Salud palestino ha indicado que el número de muertos en Cisjordania desde el 7 de octubre ha aumentado a 103, al haber incluido a dos personas que habrían fallecido en las últimas horas dentro de las prisiones israelíes.