Los militantes del PDeCAT, formación heredera de la extinta CDC, han acordado este sábado por mayoría en un congreso nacional poner punto final a su actividad política después de que las últimas convocatorias electorales les hayan dejado sin representación en el Parlament y en el Congreso.

En una carta abierta en la que repasa la trayectoria de su espacio político desde que en 1974 se fundó Convergència, el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha explicado que el congreso ha decidido por «amplia mayoría poner punto y final» al partido y no continuar con la actividad política.

La decisión de echar el cierre obedece a los resultados de las últimas elecciones al Congreso y al Parlament, a las que el PDeCAT se presentó con una lista separada de los también posconvergentes de Junts tras distanciarse del espacio liderado por Carles Puigdemont.

El PDeCAT conserva en la actualidad alrededor de 200 concejales en Catalunya y quince alcaldías, aunque algunos de ellos militan en Ara Catalunya, formación con la que se presentaron en coalición a las municipales de mayo.

En ese sentido, recuerda que los cargos electos seguirán desempeñando sus responsabilidades, hasta el año 2027, a través de su plataforma municipalista.

Creada en 2016 tras la disolución de Convergència

La formación nació en 2016 a raíz de la disolución de la Convergència fundada por Jordi Pujol, que acabó en concurso de acreedores y atenazada por varios casos de corrupción política, entre ellos el del Palau de la Música, en que el partido fue condenado a devolver 6,6 millones de euros que cobró en comisiones ilegales.

Según detalla Bonvehí en su comunicado, la asamblea ha valorado este domingo el actual momento político en Catalunya, la actividad que la formación ha llevado a cabo en los últimos años y sus resultados electorales en los últimos comicios para decidir los «escenarios de futuro más plausibles» para la organización.

Por «respeto« a la labor de quienes les han precedido y por el «buen trabajo» desempeñado por el Partit Demòcrata en los últimos años, apunta Bonvehí, los militantes de la formación han considerado «adecuado» detener su actividad política.

«Esta decisión se toma después de hablar con muchos sectores sociales y económicos del país, tras constatar la proliferación de proyectos municipalistas con los valores que siempre hemos defendido y acreditar muchas iniciativas vinculadas al ámbito del pensamiento que reivindican un nacionalismo y un catalanismo moderno», añade la carta.