Beñat Zaldua

Sánchez defiende por primera vez en público la amnistía para Catalunya

Aunque estaba en boca de todos, Pedro Sánchez se había cuidado mucho de no defender en público la amnistía que Junts y ERC piden para investirlo de nuevo. Ayer lo hizo, en nombre de la «convivencia entre españoles», pero sin detallar su alcance ni sus términos.

Pedro Sánchez, junto a Santos Cerdán.
Pedro Sánchez, junto a Santos Cerdán. (Jesús HELLÍN | EUROPA PRESS)

 El presidente del Gobierno español en funciones saltó ayer finalmente a la piscina: «En el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Catalunya». Que tuviera que meter tres veces a España y a los españoles en la misma frase de defensa de la amnistía ya indica por donde espera que le sople el vendaval. Que la amnistía y el independentismo se omitan en la consulta que el PSOE hará a su militancia también muestra que dentro de casa también puede haber algo de marejada. «¿Apoyas el acuerdo para formar un gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?», es la pregunta. Pero sea como sea, Sánchez, reacio hasta ahora a defender en público la amnistía, ha dado el salto.

Lo que no está claro es si lo hace porque las negociaciones que mantiene con vascos, catalanes y gallegos le sugieren que el acuerdo puede estar cerca y que, por tanto, la piscina está llena, o porque el calendario aprieta y es él quien quiere demostrar a sus interlocutores que el estanque no está vacío. De hecho, esta última semana se han escuchado quejas de la parte catalana sobre el lento avance de las negociaciones. Lo que tampoco tiene por qué ser indicativo de nada.

Aunque hay cuestiones abiertas, como el alcance y los términos de la propia Ley de Amnistía, de momento nadie se ha levantado de la mesa ni parece estar preparando el relato para una repetición electoral, lo cual no es poco. El tiempo dirá, en cualquier caso. Lo que sí cabe esperar es que todo se acelere en las próximas semanas, una vez cerrado el acuerdo programático con Sumar. Yolanda Díaz, por cierto, se mostró ayer contundentemente optimista al asegurar que «en breves días» habrá investidura y nuevo Gobierno de coalición.

ANTE EL COMITÉ FEDERAL

Sánchez defendió ayer por primera vez abiertamente la amnistía ante el Comité Federal del PSOE. Lo hizo apoyado en un discurso que figuras del partido y colaboradores de diversa índole ya se habían encargado de ir presentando al público a lo largo de las últimas semanas. «Para seguir avanzando con paso firme debemos superar los episodios que nos dividieron y dejar atrás la fractura del 2017», defendió.

En este sentido, recordó la polémica suscitada dentro del propio PSOE con los indultos, pero defendió sus resultados, alegando que han servido para superar el Procés. «Las medidas de gracia fueron discutidas, es cierto, pero los resultados son indiscutibles», explicó. «Ni los más recalcitrantes pueden negar que la situación en Catalunya es infinitamente mejor que la de 2017», añadió. Iván Redondo, otrora asesor de Sánchez, puso el marco a este argumentario en un artículo en “La Vanguardia”, al explicar en tres botes la respuesta española al Procés: Castigo (155), perdón (indultos) y olvido (amnistía).

Las piezas del relato encajan tan bien que, por un momento, se corre el riesgo de olvidar que Pedro Sánchez es un candidato a la investidura que necesita el apoyo de los dos partidos catalanes con representación en el Congreso de los Diputados.