Los vecinos de los barrios de Arana, Judimendi, Errota y Alde Zaharra de Gasteiz han lanzado «un SOS» al Ayuntamiento con el objetivo de que «incremente los recursos sociales» y «cambie los protocolos» de acceso a los mismos, para «favorecer la integración» de jóvenes inmigrantes que llegan a Gasteiz sin nada y «presentan problemas psiquiátricos de consumo».

Tal y como dio a conocer NAIZ el domingo, las asociaciones vecinales de estos cuatro barrios han comparecido este lunes en la comisión de Políticas Sociales y Convivencia, para demandar ayuda de la institución municipal ante los «problemas de convivencia» que padecen sus barrios, a raíz de la ocupación de lonjas por parte de jóvenes migrantes.

El portavoz de las asociaciones vecinales, Peio Salazar, ha reclamado «cambiar los protocolos» actuales para que estos jóvenes «puedan entrar en las ayudas» y «sean atendidos en los comedores, centro Estrada y servicios higiénico-sanitarios», entre otros recursos.

Salazar ha solicitado «ampliar los recursos humanos» del servicio de calle Hurbil, ya que «no dan abasto», así como «unificar los criterios» en torno al padrón, puesto que «es una gincana que muchos no pueden superar y es fundamental y necesaria para que estas personas empiecen su itinerario de inserción social».

Los vecinos de estos cuatro barrios han demandado que el Ayuntamiento «facilite recurso habitacional porque no existe en la ciudad» y han pedido «ampliar la mesa interinstitucional entre Ayuntamiento, la Diputación y Osakidetza a otras instituciones, como las penitenciarias, asociaciones de barrios y colectivos como Irse y Ongi Etorri Errefuxiatuak».

«Si no se ponen medidas, la única posibilidad de reinserción que tienen es ir a la cárcel para que puedan obtener un apoyo», ha lamentado Salazar antes de lanzar un «SOS» a la Administración, «ya que si no hay una actuación rápida y eficaz, van a surgir pequeños brotes de violencia y racismo en los barrios».

Nuevas herramientas

Por su parte, el Ayuntamiento de Gasteiz se ha comprometido a «aumentar el número de integradores sociales» y a dotar, durante esta legislatura, al Observatorio de la Convivencia con «nuevas herramientas, con capacidad de mediación e interlocución con los diversos agentes», para mediar ante los «problemas de convivencia» que padecen varios barrios.

Así lo ha asegurado el concejal de Convivencia, Pascual Borja, en respuesta a las peticiones realizadas por las asociaciones de vecinos de los barrios de Arana, Judimendi, Errota y Alde Zaharra.

«El Observatorio de la Convivencia debe tener herramientas directas para con estas personas y, a finales de año, se perfilará un nuevo convenio para dotarle de herramientas que, a día de hoy, no tienen, como un acompañamiento para que estas personas entren en los itinerarios normalizados de servicios y capacidad de mediación e interlocución con los diversos agentes», ha señalado Borja.

Por su parte, el concejal de Políticas Sociales, Raimundo Ruiz de Escudero, se ha comprometido a «incrementar el número de integradores sociales» en la ciudad y a «analizar el funcionamiento del padrón social».

Ruiz de Escudero ha explicado «los problemas de voluntariedad» que presentan estos jóvenes para acogerse a itinerarios sociales y ha defendido que el Ayuntamiento «trabaja ante las problemáticas que traen estos chavales».

Borja también ha hecho hincapié en «la importancia de hacer un buen acompañamiento para lograr su voluntariedad» y ha animado a los vecinos afectados a «construir la convivencia entre todos y compartir sensibilidades, sin delegarla en una institución».

Oposición

El concejal de EH Bildu Alberto Porras ha secundado «reforzar el equipo Hurbil», ya que «es un servicio sin actualizar desde 2010 que no responde a la realidad social existente en 2023», al tiempo que ha reclamado «que el Ayuntamiento empadrone a todas las personas que hay en Vitoria«, «trabajar en alternativas habitacionales» y «no excusarse en la voluntariedad, porque hay que insistir hasta que se consiga» su integración social.

La portavoz de PP, Ainhoa Domaica, ha desmentido que se trate de un problema de convivencia, «sino de inseguridad» ciudadana y ha asegurado que «estos jóvenes no se quieren integrar» en la sociedad. «Son delincuentes, a quienes se les ha ofrecido Servicios Sociales y no los quieren coger», ha añadido, para exponer que los vecinos «tienen miedo» ante el aumento de los «robos y agresiones» en sus barrios.

Por último, la portavoz de Elkarrekin Podemos, Garbiñe Ruiz, ha urgido al Consistorio a «aportar mayores recursos» como «mejorar el servicio Hurbil, asumir el problema del padrón social y buscar vivienda dotacional». «El Ayuntamiento debe afrontar el problema para que no acabe de la peor forma», ha agregado, para agradecer el interés de las asociaciones de vecinos por «arreglar el problema y no intentar trasladarlo a otro barrio».