El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, han visto interrumpida su comparecencia en el Senado varias veces por decenas de personas que, situadas tras ellos y con las manos embardurnadas de pintura roja, las levantaban para simbolizar la sangre derramada en Gaza al grito de «¡Salven a los niños de Gaza!».

Blinken comparecía en el Senado para defender el plan del presidente, Joe Biden, para aprobar una partida presupuestaria urgente de más de 100.000 millones de dólares que incluye ayudas a Israel y a Ucrania.

En una acción coordinada, cada pocos minutos se levantaba una de ellas para protestar: «¡Alto el fuego ya!», gritaban ante un comité del Senado. «¡Los palestinos no son animales!»; interrumpía otro. «¡Vergüenza debería daros a todos! ¿Dónde está tu orgullo, América?», espetaba otra persona, que vestía una chaqueta en la que se leía «Dejen de financiar el genocidio».

Blinken, con un rictus serio, ha tenido que interrumpir su discurso varias veces, al tiempo que los manifestantes eran escoltados fuera de la sala por la Policía.

En respuesta a la senadora republicana Susan Collins, quien le ha preguntado por su opinión sobre la petición de alto el fuego exigidas por los manifestantes, Blinken ha descartado esa posibilidad y ha argumentado que «eso simplemente consolidaría lo que Hamas ha podido hacer y le permitiría permanecer donde está y potencialmente repetir lo que hizo el otro día (el 7 de octubre) y eso no es tolerable».

El secretario de Estado ha afirmado que hay que considerar «cosas como las pausas humanitarias» para asegurar que «la ayuda pueda llegar a quienes la necesitan y que las personas puedan estar protegidas y ponerse fuera de peligro».

«Pero no podemos tener una situación en la que haya una reversión al status quo, donde cuando esto termine, Hamas vuelva a ser responsable del Gobierno y la llamada seguridad de Gaza, porque eso es simplemente una invitación a repetir lo que pasó y ninguna nación toleraría eso», ha zanjado.

De esta manera, Blinken se ha alineado una vez más con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien también ha rechazado cualquier posibilidad de alto el fuego.