En un lugar con tradición gastronómica como la Comunidad Foral, la pasión por lo culinario se manifiesta en cada producto y la txistorra se erige como un auténtico emblema por ser un producto que combina historia, sabor y calidad.

Ahora también futuro, ya que ha sido reconocida con una Indicación Geográfica Protegida (IGP) y que entra a formar parte de la marca Reyno Gourmet, destacando así su importancia en la escena gastronómica.

Orígenes y costumbre

La txistorra, cuya existencia está documentada en Nafarroa desde principios del siglo XIX, es una joya culinaria que fusiona el pasado con el presente. Históricamente, la economía familiar navarra se ha fundamentado, tanto en la labranza de sus tierras, como en la crianza de sus animales. Es un alimento ligado a la tradición de la matanza del cerdo o «matatxerri», que se ha mantenido generación tras generación y que se realizaba para asegurar el abastecimiento de productos cárnicos a lo largo del invierno.

Actualmente, ya no está tan ligada a la época de la matanza, principalmente porque ya no se realiza este rito, y los charcuteros elaboran la chistorra a lo largo de todo el año.

A día de hoy, este alimento sigue formando parte de almuerzos, comidas y cenas de buena parte de los pueblos navarros. El secreto de su éxito radica en la simplicidad de sus ingredientes. Se elabora con carne magra y grasa de porcino, pimentón, ajo y sal. El resultado es un embutido que entre sus características más reconocibles destaca su delgadez, su aspecto cilíndrico uniforme y un color rojizo aportado por el pimentón.

Los maestros charcuteros de Nafarroa han transmitido su conocimiento de generación en generación, preservando la autenticidad de esta delicia.

El concurso de txistorra

Uno de los eventos más esperados en Nafarroa es el Concurso de chistorra, un encuentro que pretende conservar la auténtica esencia de este alimento. Cada año, en el mes de octubre, los amantes de este producto se reúnen para disfrutar de este emocionante evento que destaca la calidad de la txistorra elaborada por carniceros locales.

Esta cita, que suele ir acompañada de folclore navarro, cuenta cada año con un jurado compuesto por profesionales charcuteros y también con otras personalidades del mundo de la gastronomía que evalúan decenas de propuestas que compiten por alzarse como la mejor txistorra de la Comunidad Foral.

Un tesoro gastronómico

La forma más tradicional de disfrutar la txistorra es cocinarla a la parrilla o en una sartén y servirla en una base de pan. De esta forma, el sabor de la txistorra se mezcla perfectamente con el pan crujiente, creando una delicia sencilla pero irresistible para cualquiera.

Aunque no cabe duda de que la elección preferida de los consumidores es degustar la txistorra en su versión más clásica, lo cierto es que es un producto versátil y puede disfrutarse de diversas maneras. Por ello, a lo largo de los años, este alimento se ha convertido en ingrediente de diversos platos.

Los bares y restaurantes de Nafarroa son conocidos por su creatividad en la preparación de pintxos y este icónico ingrediente puede encontrarse en muchos de ellos; desde una croqueta, tortilla o fusionada con ingredientes exquisitos.

Además, la txistorra puede convertirse en el plato principal de una comida añadiéndola a guisos, arroces, pasta o en una clásica y típica «cazuelica».

Nueva IGP, una garantía de calidad y con mucho futuro

Chistorra de Navarra / Nafarroako Txistorra / Txistorra de Navarra obtuvo el pasado mes de agosto la protección nacional transitoria como IGP, concedida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), marcando así un hito para este producto y otorgándole el reconocimiento que no solo certifica su calidad excepcional, sino también su origen.

Sin duda, esta joya culinaria con este reconocimiento resalta su calidad y autenticidad, y su presencia en las fiestas populares demuestra la pasión con la que se prepara en Nafarroa y que es el resultado de siglos de tradición, sabor y amor por la gastronomía.

Reyno Gourmet es una marca de garantía, creada en 2007 por el Gobierno de Navarra que identifica y ampara los productos agroalimentarios con certificación de calidad y otros que son susceptibles de diferenciación en la Comunidad Foral.