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La UE se propone extraer el 10% de las materias primas críticas que consuma para 2030

El Parlamento Europeo y los estados miembros han anunciado este lunes a un acuerdo provisional sobre la nueva Ley de Materias Primas Críticas, para garantizar que a partir de 2030 la Unión Europea no consigue más del 65% de ellas de un único tercer país como China.

Mina de tierras raras en China.
Mina de tierras raras en China. (KEVNMH | WIKIMEDIA COMMONS)

Las instituciones de la Unión Europea han llegado este lunes a un acuerdo provisional que se marca el objetivo de que el bloque sea capaz para 2030 de extraer de su propio territorio el 10% de las materias primas críticas que consume al año, procesar el 40% de esa demanda y reciclar el 25%.

El Parlamento Europeo y los estados miembros han anunciado, en concreto, un acuerdo sobre la Ley de Materias Primas Críticas, que la Comisión Europea propuso en mayo de este año para reducir la dependencia de otras potencias, especialmente China.

«Nuestra dependencia en materias primas es el talón de Aquiles de nuestra competitividad, pero con la Ley de Materias Primas Críticas podemos hacer que esta debilidad sea una fortaleza», ha apuntado en un comunicado la vicepresidenta de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, en nombre de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea (UE).

También ha celebrado el acuerdo en la red social X (antes Twitter) el comisario de Industria y Mercado Interior, Thierry Breton, quien ha subrayado que la nueva normativa, una vez aprobada formalmente por la Eurocámara y los países de la UE, «incrementará la resiliencia y la seguridad económica de Europa».

Litio, níquel, silicio, magnesio, paladio y otros elementos de la nueva lista de 34 materias primas críticas (17 de ellas calificadas como «estratégicas») son imprescindibles para la fabricación de casi cualquier producto tecnológico, desde teléfonos móviles y baterías hasta aplicaciones de defensa, pasando por paneles solares, y se espera que su demanda crezca exponencialmente en los próximos años.

Pero a día de hoy, la UE tiene una exacerbada dependencia de países terceros para obtenerlos: China le proporciona el 98% de las tierras raras y el 93% del magnesio, entre otros minerales de los que es su principal proveedor; Turquía, el 98% del borato; Chile, el 78% del litio; y Sudáfrica, el 71% del platino, entre otros.

Plazos de autorización

En este contexto, el acuerdo entre instituciones mantiene las dos primeras metas que propuso Bruselas para 2030 (el 10% de extracción propia y el 40% de procesamiento), pero eleva al 25% el objetivo de reciclaje, y añade que «debería haber un aumento sustancial en la recuperación de materias primas presentes en residuos».

El acuerdo provisional, por tanto, es más cercano a lo que defendían los estados miembros y se aleja de la meta del 50% que proponían los eurodiputados en materia de consumo y del 45% que planteaban en el ámbito del reciclaje.

Inicialmente, la lista consideraba estratégicas 16 de las 34 materias primas críticas, pero el acuerdo anunciado este lunes añade el aluminio a este grupo. Además, el compromiso recoge que el grafito sintético debe ser considerado estratégico durante un periodo de tres años, hasta que el Ejecutivo comunitario haga la primera revisión de la lista (el grafito natural ya formaba parte de esta categoría especial).

El pacto provisional también establece una duración máxima para los procesos de autorizaciones que no debe superar los 27 meses en casos de proyectos de extracción o los 15 meses en proyectos de procesamiento y reciclaje de materias primas críticas.

En este sentido, el análisis de impacto medioambiental de cada proyecto a cargo del promotor del mismo no estará incluido en estos calendarios máximos, pero sí será parte del periodo legal la consulta pública necesaria para cada evaluación.

La ley obligará también, una vez aprobada, a grandes compañías que estén expuestas a posibles episodios de escasez de materias primas utilizadas en tecnologías estratégicas a elaborar con regularidad análisis de riesgos de su cadena de suministros, y que tendrán que presentar a sus consejos de administración.

El acuerdo entre los estados miembros y el Parlamento Europeo exige también que la Comisión Europea elabore 18 meses después de la aprobación del reglamento un informe sobre el consumo estimado de cada materia prima crítica para las próximas tres décadas.