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La crisis climática, la geopolítica y la inteligencia artificial, principales riesgos para 2024

La crisis climática se está convirtiendo en el principal multiplicador de amenazas globales. A su vez, los riesgos para las empresas y los estados en el próximo año se centran en la incertidumbre sobre cómo podrían cambiar las prioridades de EEUU y cómo China dirigirá su economía.

La crisis climática encabeza los riesgos señalados por Control Risks para 2024.
La crisis climática encabeza los riesgos señalados por Control Risks para 2024. (Europa Press)

La crisis climática y los problemas geopolíticos, cibernéticos y digitales figuran entre los principales riesgos a nivel global para 2024, señala un estudio divulgado este martes por la consultora especializada Control Risks.

En su pronóstico anual, titulado ‘RiskMap’, la consultora detalla que los riesgos abarcan un amplio espectro en ámbitos geopolíticos, de seguridad, cibernético y digital, y operativo y regulatorio.

Ante el año más caluroso registrado hasta ahora, RiskMap 2024 muestra cómo la crisis climática se está convirtiendo en el principal multiplicador de amenazas globales y debería estar en el registro de riesgos de todas las empresas.

El estudio también anticipa fenómenos climáticos, que constituyen un enorme reto operativo, que provocarán impactos cada vez más diversos que van desde la interrupción de la cadena de suministro, la migración incontrolada hasta la propagación de enfermedades.

«Es poco probable que la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos cambie las reglas del juego para la implementación de las agendas climáticas, ya que la financiación sigue siendo un tema polémico», apunta el estudio. Por ello, auguran que «2024 será el año en el que muchas empresas tendrán que tomar decisiones difíciles que equilibren el pragmatismo con la visión de futuro, y que probablemente determinarán su reputación y rentabilidad en los años venideros».

Al comentar sobre el próximo año, el consejero delegado de Control Risks, Nick Allan, ha señalado que para las empresas «será esencial garantizar que el riesgo se pueda evaluar de manera objetiva y con una variedad de lentes. Un exceso de incertidumbre impulsa una visión pesimista del futuro y una reticencia de las empresas a asumir riesgos calculados en busca de oportunidades».

Control Risk advierte de que la geopolítica será más diversificada y dinámica en 2024 y las empresas que no sigan el ritmo se tambalearán. «Las empresas que se adelanten al realineamiento geopolítico serán más resistentes a las crisis, las guerras y los disturbios», señala el estudio.

Incertidumbre de la mano de EEUU y China

A medida que los países se realinean y reorientan, las empresas globales deberán prestar atención a los intereses individuales de una gama más amplia de partes interesadas. «La política de EEUU amenaza con trastornar la política exterior y la estabilidad interna, con consecuencias globales», afirma.

Asimismo, las relaciones entre EEUU y China pueden relajarse en 2024, pero las empresas tienen razón al preguntarse si esto es solo la calma antes de una tormenta geopolítica.

Los riesgos para las empresas y los estados en el próximo año se centran en la enorme incertidumbre sobre cómo podrían cambiar las prioridades de EEUU y cómo China dirigirá su economía.

«Las empresas están operando en un panorama geopolítico multipolar y más fragmentado. Las potencias medias que son capaces de realizar transacciones a través de divisiones geopolíticas se están volviendo cada vez más influyentes y están cada vez más expuestas a la competencia geopolítica. Obsérvese con qué rapidez el conflicto entre Israel y Hamas, al igual que el de Ucrania y Rusia, se convirtió en un escenario de rivalidades estratégicas», señala.

Inteligencia artificial y datos

La presión económica y el clima extremo alimentarán elecciones más disruptivas, fragilidad estatal, conflictos, mutación de riesgos cibernéticos, digitales y físicos, realineación geopolítica y proliferación de regulaciones. Así, prevé que «salvaguardar la integridad de la tecnología y los datos frente a amenazas emergentes será más difícil que nunca», por lo que «chocarán ciberataques habilitados por inteligencia artificial con las presiones regulatorias».

Por ello, avanza «una ruptura continua en las cadenas de suministro de tecnología y los entornos operativos globales». «Alineada con las fallas geopolíticas, la batalla por la independencia y la supremacía tecnológica se acelerará a medida que los gobiernos intenten controlar el ritmo frenético de adopción de tecnologías emergentes», señala.