Al grito de «zaintzarekin, negoziorik ez», ocho integrantes del movimiento feminista han irrumpido esta mañana en la inauguración del Congreso ‘Avanzando hacia un pacto vasco de los cuidados’, organizado por el Departamento de Igualdad de Lakua y que se desarrolla en el patio de Tabakalera, en Donostia. Ha sido pocos minutos antes de que a las 9.30 arrancara oficialmente el congreso de la mano del lehendakari Iñigo Urkullu, cuando las ocho feministas que estaban entre el público han exhibido camisetas que llamaban a la huelga del 30 de noviembre mientras coreaban consignas contra el negocio de los cuidados. Junto a Urkullu estaban presentes otras autoridades como la consejera de Igualdad, Nerea Melgosa; la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; y el alcalde de Donostia, Eneko Goia. Las feministas han sido expulsadas de la sala de inmediato, sin que se produjeran incidentes.
Entre tanto, en el exterior de Tabakalera tenía lugar desde las 9.00 una nutrida concentración convocada por el movimiento feminista bajo el lema «Zaintza eskubide kolektiboaren alde», en la que también han hecho un llamamiento a la huelga del 30N.
La movilización ha estado en todo momento rodeada por la Ertzaintza, que les ha impedido acercarse al recinto donde tiene lugar el congreso. Frente al edificio de Tabakalera han colgado una pancarta gigante con la imagen del lehendakari con el lema «Urkullu, utzi zaintza pribatizatzeari».
En declaraciones a NAIZ Irratia, Ainhoa Olaso ha explicado que con esta protesta han querido «señalar a los responsables del negocio» en el sector de los cuidados. «Recibimos con sorpresa la noticia de que se iba a celebrar este congreso, ya que desde el movimiento feminista en el último año llevamos reivindicando un pacto sobre cuidados junto a sindicatos y otros agentes, y ahora el Gobierno vasco viene a presentarnos este ‘pacto vasco sobre cuidados’, apropiándose de los términos y el trabajo que ha hecho el movimiento feminista en los últimos años, y al mismo tiempo sabiendo que están haciendo negocio con ello. Nos parece una contradicción que hay que denunciar, y por eso hemos venido a protestar», ha indicado.
Ha recordado que tras la pandemia el movimiento feminista interpeló a los gobiernos de Lakua y Nafarroa para que «se sentaran con nosotras, porque creemos que esta crisis necesita una respuesta feminista, pero no hemos recibido respuesta alguna, al menos en modo positivo. Creemos que eso también es una reacción, una forma de lavado de cara morado».
Urkullu: «Cooperación público-privada-social»
En su intervención en el congreso, Urkullu ha defendido un modelo de cuidados «propio, público y comunitario, alejado de un sistema tradicional que delega la responsabilidad del cuidado a las familias y, en particular, a las mujeres».
«Un modelo propio de cuidados que reconoce, valora y se adecua a las características de la sociedad vasca. Contamos con el pilar de nuestro sistema de protección social, basado en la cooperación público-privada y, en particular, público-social», ha resaltado.
En esa línea, ha puesto en valor «la colaboración entre las instituciones, el sector público y el social para lograr un sistema de cuidados eficaz y equitativo», y ha defendido que «es fundamental que todas las partes involucradas se comprometan a continuar con la inversión y la innovación en este sector, garantizando que los cuidados sean accesibles y de calidad para todos los ciudadanos, independientemente de su género, origen o cualquier otra condición».
Urkullu ha subrayado los «esfuerzos de Euskadi» en la promoción del Pacto Vasco por los Cuidados, basado en las premisas de la Alianza Global por los Cuidados de ONU Mujeres, entre las que destacan la reorganización del sistema de cuidados, la reducción de la desigualdad de género, la implementación de un enfoque basado en los derechos humanos y la promoción de la corresponsabilidad.
Así, ha resaltado las cinco propuestas de la Organización Internacional del Trabajo: «reconocimiento, remuneración digna, reducción del peso del cuidado familiar, redistribución equitativa entre géneros, y representación de quienes cuidan y requieren cuidados en la formulación de políticas públicas».
«El Pacto Vasco por los Cuidados atiende a seis prioridades: revertir la actual organización de los cuidados, reducir la desigualdad de género, implementar el enfoque de derechos humanos, abordar necesidades diferenciadas, desde un enfoque de género e interseccional, impulsar las ‘5 R’, y promover la corresponsabilidad», ha detallado.
Asimismo, ha insistido en «la transición de Euskadi hacia un modelo propio de cuidados que reconoce, valora y se adecua a las características de la sociedad vasca, basado en una cooperación más estrecha entre los sectores público, privado y social».