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Fallece el portero de una discoteca de Atarrabia que fue agredido el fin de semana

Carlos Amorín, vecino de Iruñea de 42 años, falleció este miércoles a consecuencia de los daños sufridos en la cabeza tras ser golpeado en la madrugada del pasado domingo cuando intentaba mediar en una pelea en el exterior de la discoteca Tótem, de Atarrabia.

Lugar en el que se produjeron los hechos, en el exterior del recinto.
Lugar en el que se produjeron los hechos, en el exterior del recinto. (GOOGLE MAPS)

Carlos Amorín, natural de León, ha fallecido este miércoles tras sufrir una agresión el fin de semana cuando trabajaba como portero en una discoteca de Atarrabia. Era empleado de Adif pero también solía trabajar como portero en diferentes locales nocturnos de la comarca de Iruñerria.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 4.50 de la mañana del domingo a las puertas del establecimiento. El trabajador de la discoteca Tótem trató de detener un altercado, pero uno de los implicados le propinó un golpe en la cabeza que le hizo «caer al suelo, inconsciente, quedando en coma».

La víctima fue trasladada al Hospital Universitario (HUN). Sufría fracturas y lesiones por las que «precisó intervención quirúrgica urgente», habiéndose producido una agravación posterior de las mismas, hasta que ayer se produjo el fatal desenlace.

Prisión sin fianza

Dos personas fueron arrestadas por la Policía Foral. El martes, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Iruñea decretó prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de homicidio –en ese momento en grado de tentativa– para uno de los hombres detenidos, un joven de 27 años.

En la resolución emitida por la juez se recoge que existen indicios de la comisión del delito de la declaración del denunciado, que reconoce haber dado el puñetazo al portero, «apareciendo como meramente exculpatorias sus manifestaciones de que actuó en defensa propia por una agresión previa» de la que, añade, «no existe ningún indicio en las declaraciones obrantes en el atestado ni en las grabaciones del incidente».

Al respecto, añade que, «desde luego, en ninguna forma justificaría el acometimiento llevado a cabo» y que acabó con un impacto en la cara «de gran intensidad».

Con las declaraciones e imágenes recabadas, así como con el informe médico y forense, se justifica la medida adoptada para «evitar el riesgo de fuga dada la gravedad de la pena a imponer» y al ser el denunciado «una persona en situación irregular en España con fuerte arraigo en su país de origen».