Tras obtener un punto en la cancha de Puente Genil, Helvetia Anaitasuna recibe en La Catedral, la visita de un Benidorm que está protagonizando una parecida trayectoria irregular de resultados y que suma los mismos puntos que la escuadra navarra, 13.

Es por ello un duelo que puede suponer un punto de inflexión para los dirigidos por Quique González, pues una victoria puede volver a enchufarles a los puestos cabeceros tras la oportunidad perdida en la visita al Valladolid.

Instalado en la mitad de la tabla, y con tantos triunfos como derrotas en su casillero, Anaitasuna no parece que vaya a pasar por apuros clasificatorios –le separan ocho puntos de las posiciones peligrosas–, pero sus altibajos hacen que cada partido sea un mundo y no se sepa muy bien qué equipo cabe esperar.

De momento, su técnico ya ha avisado de que será necesario «un buen nivel defensivo» para contener a un Benidorm, que es «un gran rival», por lo que ha anticipado «una dificultad grande» en el choque contra el conjunto alicantino.

«En los últimos partidos hemos estado un poco intermitentes, ha habido rachas buenas pero en otras hemos encajado goles con demasiada facilidad», ha admitido el preparador gallego.

González ha considerado que el punto conseguido en tierras andaluzas «nos da confianza, optimismo y nos hace ser positivos de cara al partido», ante un adversario que ha exhibido un «nivel muy alto» en lo que se lleva de primera vuelta.

Lo ha dicho el entrenador de Anaitasuna, Quique Domínguez, ilusionado ante el último partido del año en casa, en el que ha invitado a la afición a acompañarles porque "necesitamos que vuelva a haber un gran ambiente", especialmente ante un equipo como el Benidorm que "está haciendo una muy buena vuelta".

«Juega de manera diferente al resto, tiene jugadores en un estado de forma muy bueno, caso de Roca, Sempere, Leo Alonso o Santi Barceló, además de otros con muchísima experiencia y que saben manejarse en situaciones de estrés», ha valorado.

Precisamente por el hecho de que «sobre la pista estarán dos equipos que hacemos cosas diferentes a la mayoría», es un buen argumento para que el público se acerque a las gradas de La Catedral «y volver a estar respaldados por nuestra gente».

Benidorm, dolido

El Benidorm llega a Iruñea dolido por su última derrota como local ante Nava y con la idea de recuperar la dinámica positiva, que le había llevado al cuadro dirigido por Sergio Carballeira incluso a ilusionarse por entrar entre los cuatro primeros y disputar la Copa Asobal.

El míster visitante, que tiene las bajas de los extremos Filip Vujovic y Lautaro Robledo, mientras que el pivote Pepe Oliver es duda, ha confirmado que «el equipo está tocado y con ganas de reencontrarse con la victoria».

De Anaitasuna ha resaltado su «juego fluido». «Tienen una circulación de balón muy rápida y hay que ser capaces de frenarlos, ser intensos y agresivos», ya que el equipo navarro dispone de un bloque «joven, que te somete a un partido rápido», ha analizado.