Con su trabajada victoria frente a Cuenca, Bidasoa Irun suma nada menos que 27 puntos –a dos del Barcelona– en una primera vuelta, lo que supone un récord histórico del club y le permite afianzarse con mucha solvencia en el segundo puesto.

Sin embargo, el encuentro no ha empezado de la mejor manera posible, ya que el rival, con mucho mérito porque llegaba a Artaleku plagado de bajas en su primera línea, ha llevado la iniciativa en el primer tiempo, con el brasileño Hackbart convirtiendo todos los siete metros que ha concedido una desconocida zaga local, permeable como pocas veces esta temporada.

El 7-10 ha encendido la alarma en el banquillo bidasotarra y obligado a Jacobo Cuétara a llamar al orden a su equipo, que no estaba funcionando en ataque ni protegía a un Mehdi Harbaoui vendido ante las acometidas de un Rebi Cuenca liderado por un inmenso Fede Pizarro.

Las cosas han cambiado con la entrada del cubano Dariel García, renovado hace escasos días, que, con su anticipación y piernas, ha atragantado el ataque visitante y, junto a las paradas de Skryniarz, que ha entrado mediado el primer tiempo, ha permitido empatar a Bidasoa (14-14), a seis minutos del descanso.

El arreón final con protagonismo de Dariel ha dado una exigua ventaja a un equipo anfitrión que a esas alturas ya ha sido consciente de que el conjunto de Lidio Jiménez había venido a por todas a Irun.

Bidasoa ha dado un pase adelante en la segunda parte, al tiempo que Balonmano Cuenca se asfixiaba por la falta de rotaciones, de forma que la renta se ha ido cuatro arriba para los vascos y ha obligado a Rebi a parar el partido antes de que se les fuera de las manos.

Cuenca se ha aferrado nuevamente al encuentro con un parcial de 0-3, en el que ha tenido mucho que ver el buen hacer de Fede Pizarro y de Juanjo Fernández, y entonces le ha tocado a Bidasoa parar el choque porque las cosas han vuelto a tornarse peligrosas para sus intereses.

El cuadro guipuzcoano ha cerrado las vías de ataque conquense para ponerse seis arriba y todo parecía indicar que el encuentro estaba finiquitado, pero Cuenca ha seguido empeñado en llevarle al límite y se ha acercado nuevamente con el 31-29, a tres minutos del final.

No ha habido tiempo para mucho más porque Bidasoa se ha mostrado sólido en sus últimos ataques, culminados con éxito por Pacheco y Asier Nieto, para llevarse un trabajado triunfo, consolidar su segundo puesto y cargarse de sensaciones para la Copa de España que se disputa este fin de semana en Artaleku.

FICHA DEL PARTIDO:

Bidasoa-Irun: Harbaoui (Jakub Skryniarz), Zabala (1), Asier Nieto (5), Tito Díaz (1), Dariel García (2), Gorka Nieto (5, 2 de pen.), Matheus da Silva, Pacheco (3), Furundarena (1), Julen Mujika (3), Cavero (4, 2 de pen.), Esteban Salinas (5), Jevtic, Tao Gey (1), Sladnowski, Asier Iribar (4).

Balonmano Cuenca: Espinha (David Mach), Sergi March (4), Pablo Simonet, Pozzer (5), Arnau Fernández (3), Fede Pizarro (6), Hackbart (6, 4 de pen.), Álvaro Martín, Rubén Río (2), Juanjo Fernández (3), Vera (1), Sergio López (1), Tavares, Colmena, Notario, Nacho Pizarro.

Árbitros: Luis Ignacio Colmenero y Víctor Rollán. Han excluído a Pacheco, Río y Pozzer.

Marcadores cada cinco minutos: 2-3; 6-6, 7-9; 10-13; 15-14; 18-16 –descanso–, 21-18; 23-21; 26-21; 28-22; 31-28; 35-31.

Incidencias: Último encuentro de Asobal de 2023 disputado en el polideportivo Artaleku ante unos 1.200 espectadores.

Enlazar dos victorias

Helvetia Anaitasuna intentará cerrar la primera vuelta enlazando dos victorias consecutivas ante Viveros Herol Nava (Pabellón Naveros, miércoles, 21.30, LaLiga+) para acabar así con su habitual trayectoria de dientes de sierra.

Los de Quique Domínguez vienen de un notorio triunfo frente al Benidorm, en el que Bazán tuvo un especial protagonismo ofensivo –fue designado el mejor jugador de la pasada jornada–, secundado por las grandes paradas de Bar en momentos decisivos.

La escuadra navarra supera en dos puntos a su inmediato rival, cuyo objetivo es llegar a los quince, lo que casi le situaría en números históricos de la campaña 2021-22, donde llegó hasta los 16 en la primera vuelta.

Nava ha hecho de su pista un importante baluarte –9 de sus 13 puntos son caseros–, algo que Anaitasuna deberá tener en cuenta para no confiarse en exceso y volverse de vacío  como en anteriores desplazamientos en los que parecía que podía puntuar.