La portavoz foral de la coalición soberanista, Maddalen Iriarte, ha comparecido para explicar que el acuerdo no ha sido posible ante la renuencia del Gobierno de Eider Mendoza, principalmente, a cambiar el sistema de cuidados hacia un modelo público.

Iriarte ha recordado que EH Bildu es la fuerza más votada en el territorio y que recibió «un mandato para cambiar las políticas públicas, y eso es lo que hemos intentado hacer en estas negociaciones». Fue por ello que en su momento optó por no presentar una enmienda a la totalidad.

Sin embargo, tras varias reuniones, el encuentro no ha sido posible. Iriarte ha enumerado cinco aspectos troncales que han puesto sobre la mesa –cuidados, carestía de la vida, política industrial, desarrollo territorial e impulso del euskara–, si bien ha hecho hincapié en el primer punto.

Así, ha definido el sistema de cuidados como «un reto nuclear y un derecho de todas las personas, que debería estar garantizado. En Gipuzkoa no hay un sistema público, y hemos querido hacer cambios para transitar hacia ese modelo, dentro de los límites que impone un presupuesto y sabiendo que no podíamos hacer todo lo que hubiéramos hecho de haber gobernado». 

EH Bildu entiende que se deben dar pasos hacia un modelo de gestión «sin ánimo de lucro», y ponía como horizonte temporal el año 2030. «No han aceptado».

Empleos y servicios de valoración

También ha planteado, según su portavoz, la necesidad de «dignificar esos puestos de trabajo», en un colectivo altamente feminizado y con un importante porcentaje de migrantes. En ese camino se planteaba abrir un proceso, de aquí a 2025, en el que tomaran parte personas usuarias, familiares, sindicatos, el movimiento feminista y asociaciones de mujeres migradas. «Tampoco ha sido posible».

Otro de los puntos era la publificación de los servicios de valoración de dependencia, pero Iriate ha lamentado que «la Diputación defiende su modelo, no hemos visto ningún cambio, es lo de siempre. Ahora no ha podido ser, pero tenemos toda la legislatura por delante».

Con este resultado de la negociación el Gobierno foral de Gipuzkoa se ha visto forzado a prorrogar los presupuestos, tal y como ocurrió en Araba, al no lograr ningún apoyo, ya que el viernes pasado tanto Elkarrekin como el Partido Popular anunciaron que tampoco apoyarán el proyecto presupuestario del Gobierno de coalición PNV-PSE.

«Líneas rojas ideológicas»

Eider Mendoza ha lamentado que EH Bildu haya «antepuesto sus intereses electorales de partido» a un acuerdo que se encontraba «muy cerca» y ha aludido a «líneas rojas ideológicas de última hora» planteadas por la coalición soberanista para rechazar el pacto.

La diputada general ha considerado que la proximidad de las elecciones autonómicas ha marcado este proceso negociador, en el que finalmente «ha imperado el no y el vértigo al acuerdo».

«Al principio de la negociación, ambas partes expresamos la ausencia de líneas rojas y la disposición total a llegar a acuerdos. Sin embargo, en la recta final, EH Bildu ha cambiado sus condiciones y, donde antes no había ninguna, en la recta final han puesto líneas rojas. Estábamos cerca de llegar a un acuerdo y han dado marcha atrás al sentir vértigo. Quiero dejarlo claro: los contenidos y los tiempos lo permitían. Pero no han querido», ha afirmado Mendoza.