NAIZ

Al menos un centenar de muertos en un ataque israelí a un campo de refugiados en Gaza

Al menos un centenar de personas han muerto y decenas han resultado heridas en un ataque israelí sobre el campo de refugiados de Al Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza, según ha informado el Ministerio de Sanidad gazatí.

Momentos de terror en el bombardeado campamento de refugiados de Al Maghazi
Momentos de terror en el bombardeado campamento de refugiados de Al Maghazi (Yasser QUDI/AFP)

Un ataque israelí a un campo de refugiados en Gaza se ha saldado al menos con al menos un centenar de muertos. «Es una nueva masacre cometida por el ejército de ocupación israelí en el campo de Al Maghazi, donde bombardearon 4 casas habitadas pertenecientes a las familias Muslim, Salim, Nawasira y Abu Rahma», ha informado el portavoz de Sanidad, Ashraf al Qudra.

El portavoz también ha acusado a las tropas israelíes de bombardear la carretera principal que une varios campamentos de refugiados en la zona central del enclave «para obstaculizar el acceso de las ambulancias y de la defensa civil a los distintos lugares».

«Hacemos un llamamiento a todos los países del mundo libre a presionar a la ocupación criminal para detener la guerra de genocidio cometida por el ejército de ocupación contra nuestro pueblo palestino y contra niños, mujeres y civiles», ha indicado Qudra.

Los intensos bombardeos israelíes en dos meses y medio de ofensiva se han cobrado la vida de al menos 20.400 gazatíes –el setenta por ciento civiles, incluidos más de 8.000 niños– y causado más de 54.000 heridos; además de 7.500 cuerpos que se estiman atrapados bajo los escombros, según el último recuento del Ministerio de Sanidad.

Sobre el ataque a Maghazi, fuentes médicas del hospital Mártires de Al Aqsa, de referencia en la zona centro, han indicado que algunos cuerpos de las víctimas han llegado fragmentados como resultado de la artillería y las redadas que han tenido como objetivo varias casas del campamento.

Además, los bombardeos no han cesado en el resto del enclave, incluyendo uno en Jan Yunis, en el sur, que ha dejado al menos 22 muertos.

El sistema de salud en el sur, donde Israel centra ahora su ofensiva, «está colapsando», mientras que en la mitad norte no queda ya ningún hospital en funcionamiento, ha denunciado el Ministerio de Sanidad.

El líder de Hamás: «Es una batalla feroz»

El bombardeo ha coincidido con un mensaje de Yahya Sinwar, líder de Hamás, quien, en su primera intervención pública desde que comenzaron los combates, ha señalado que ésta es una «batalla feroz, violenta y sin precedentes» contra Israel.

«Las Brigadas Al Qasam destruirán al ejército de ocupación, están en camino de aplastarlo y no se someterán a las condiciones de la ocupación», ha afirmado Sinwar en un mensaje difundido por los canales de Hamás.

Sinwar, quien Israel asume que está escondido en la red de túneles subterráneos del enclave, ha asegurado que la tropas israelíes «están sufriendo grandes pérdidas en vidas y equipos».

Según ha afirmado, las Brigadas Al Qasam han atacado a unos 5.000 soldados israelíes, «un tercio de ellos murieron, otro tercio resultó gravemente herido y el último tercio permanentemente incapacitado», además de destruir 750 vehículos militares.

Las cifras ofrecidas por Sinwar distan del recuento oficial de bajas del Ejército israelí, que ha confirmado 156 soldados muertos desde que comenzó la ofensiva terrestre en la Franja el pasado 27 de octubre; además de otros 333 durante el ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre y en los combates de los días sucesivos.

Según información de inteligencia filtrada a medios hebreos la semana pasada, el Ejército ha creído estar a punto de darle caza en los túneles del área de Jan Yunis dos veces en las últimas semanas, pero Sinwar, quien se supone que está en constante movimiento, logró escapar.

Sinwar es técnicamente el ‘número dos’ del grupo, detrás del jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, que vive desde hace más de una década autoexiliado en Qatar, pero aquel es considerado como la persona que realmente controla las decisiones importantes del grupo, al ser quien gobierna dentro de la Franja, tanto el brazo político como el militar.

De hecho, según varias fuentes cercanas a las negociaciones, es Sinwar quien tiene la última palabra en las conversaciones para lograr un acuerdo de tregua o intercambio de rehenes por presos, que fracasaron en El Cairo la semana pasada.

Haniyeh regresó a Doha desde El Cairo después de que unas nuevas negociaciones se rompieran la semana pasada por Hamás, que exige un alto el fuego permanente para devolver a los más de 120 rehenes que le quedan dentro del enclave.

Las partes estudian ahora una nueva propuesta de Egipto para una tregua de dos semanas, que podría convertirse en un alto el fuego permanente, si Hamás acepta que un gobierno tecnocrático palestino tome el control de Gaza y liberar a todos los rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de algunos prisioneros palestinos.

Netanyahu: «Será una batalla larga y no está cerca de terminar»

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por su parte, ha aprovechado una visita a la Franja de Gaza para incidir en que la ofensiva «no está cerca de terminar».

«No nos detendremos, seguiremos luchando y profundizando los combates en los próximos días, y esta será una batalla larga y no está cerca de terminar», ha manifestado el primer ministro israelí, según recoge ‘The Times of Israel’.

Por otro lado, las autoridades de Israel han informado de que más de 200 camiones con ayuda humanitaria han entrado este lunes por los dos pasos que conectan con la Franja de Gaza,

El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), dependiente del Ministerio de Defensa israelí, ha indicado en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, que 142 camiones han sido inspeccionados en el paso de Rafá, que conecta Egipto con el enclave palestino.

De la misma forma, el COGAT ha precisado que otros 76 camiones con ayuda para la Franja de Gaza han sido inspeccionados en el paso de Kerem Shalom, por lo que ahora las organizaciones humanitarias distribuirán el material a la población.