No será la primera vez que se mide a Osasuna, tanto al primer equipo como al Promesas, pero sin duda será un encuentro «muy especial» para Óscar Gil, futbolista navarro de Azkoien que defiende los colores del Castellón por segunda campaña seguida.
Criado en la cantera del Athletic, antes de eso incluso llegó a enfundarse la elástica rojilla en un torneo que disputó en Zumarraga a la edad de 11 años, cuando despuntaba en el equipo de su localidad.
Sin embargo, posteriormente no llegó a concretarse un interés osasunista para recalar en Tajonar, pues el Athletic «me ofrecía la oportunidad de estudiar, me daba más facilidades para formarme», explica.
Ello no es obstáculo para que, lógicamente, le tenga «un cariño especial» a la escuadra rojilla, porque, «al final, es el equipo de mi tierra», en lo que va a ser un envite «muy entretenido», considera.
No en vano, los de Arrasate se van a encontrar con un hueso duro de roer. El Castellón es líder del grupo II de la Primera RFEF y se trata de un bloque muy ofensivo, que cuenta entre sus filas con el pichichi de la categoría, Jesús de Miguel –trece dianas–, secundado por el veterano Haris Medunjanin, que ha marcado ocho goles.
«Estamos haciendo un fútbol muy dinámico, sacando muy buenos resultados, jugamos muy vertical y generamos muchas ocasiones, sobre todo en casa, que hemos ganado todo», analiza Gil, quien ya ha puesto en guardia a sus compañeros para que no se confíen por el momento irregular de los rojillos.
«Son un equipo de Primera y los finalistas de la Copa. Creo que va a ser difícil para nosotros, pero también para ellos», comenta el futbolista navarro, que considera que un punto a su favor es que van a contar con el factor cancha.
De hecho, se espera un Castalia que llene su aforo con la llegada de Osasuna. «Va a haber un ambiente de Primera, la afición y la ciudad tiene muchas ganas e ilusión. En casa se ha generado una atmósfera muy bonita y ya se vio contra el Oviedo, al que eliminamos pese a ser un conjunto de superior categoría», advierte.
Para Gil, el hecho de que el cuadro navarro tenga muchos frentes abiertos –tras el compromiso en Castelló deberá disputar la Supercopa en Arabia– y haya rotaciones en el once rojillo, eso no va a suponer una ventaja para los anfitriones.
«Si salen los menos habituales, van a tener un plus de motivación para demostrar su nivel, que no nos olvidemos que es de la máxima categoría», avisa el futbolista de Azkoien.
Buscarse las habichuelas
Como a muchos otros jugadores salidos de la cantera de equipos importantes, a Óscar Gil también le ha tocado buscarse las habichuelas para ir creciendo en su trayectoria profesional, bien sea en calidad de cedido o mediante traspasos.
Tal y como se ha comentado, a sus 28 años, le ha tocado enfrentarse a Osasuna en varias ocasiones, defendiendo los colores del Bilbao Athletic y el Racing, guardando especial recuerdo del duelo que jugaron rojillos y rojiblancos en El Sadar a mediados de diciembre de 2015.
«Recuerdo que en la grada estaba toda mi familia y medio pueblo. Es el campo al que he ido desde pequeño, cuando he podido y me han llevado mis familiares. Para mis compañeros, este partido va a tener la ilusión de ser contra un Primera, pero en mi caso se unen más sentimientos», admite.
Ya con los orelluts, Gil no pudo disputar hace un año el partido liguero frente al Promesas en Tajonar por estar sancionado. «Jugué el encuentro de la primera vuelta en casa, que ganamos 2-0, pero ese no pude hacerlo porque cumplí ciclo con cinco amarillas», recuerda.
Tras militar también en el Amorebieta, el descenso del equipo vizcaino le llevó a hacer las maletas en dirección a Castellón, donde está muy contento y se ha convertido en un fijo de los planes del neerlandés Dick Schreuder.
«Estoy muy adaptado a la ciudad y no está tan lejos de mi pueblo, unas cuatro horas. Los resultados deportivos están siendo muy buenos, el año pasado nos quedamos prácticamente a 40 minutos de subir a Segunda y esta temporada estamos encaminando muy bien el objetivo», describe.
Eliminar al actual subcampeón copero sería un chute de autoestima para el bloque castellonense, quien no se lo va a poner nada fácil a un Osasuna que inicia su andadura en el torneo del K.O. con la misma ambición que la edición pasada.