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Expulsado un entrenador del club de fútbol Eglantins de Hendaia por un caso de abusos

El club Eglantins de Hendaia ha comunicado la expulsión de un entrenador tras ser condenado éste por un caso de abusos a un chaval de 11 años de edad cuando ejercía como preparador en un club de la región francesa de Vendée.

Chavales del club Eglantins durante un partido en su campo de Hendaia.
Chavales del club Eglantins durante un partido en su campo de Hendaia. (Facebook Eglantins)

La emisora Antxeta Irratia ha dado a conocer este 8 de enero que el club de fútbol Eglantins de Hendaia ha decidido prescindir de los servicios de uno de sus entrenadores después de que ésta haya sido condenado por haber abusado sexualmente de un niño de 11 años.

Durante su etapa como preparador en la región francesa de Vendée, este preparador habría realizado caricias sexuales al chaval.

Los hechos se remontan a enero de 2022. Sin embargo, al no mediar inicialmente condena judicial, esta persona, de 21 años de edad, se trasladó a vivir a Hendaia.

Así, según señala la emisora, desde octubre de 2022 esta persona ha trabajado para el Ayuntamiento de la localidad costera labortana, concretamente en su servicio de tiempo libre, además de vincularse al club que ahora ha decidido prescindir de sus servicios tras conocerse que ha sido condenado por «unos hechos incompatibles con su actividad», señala en su carta a los socios el club de fútbol hendaiarra.

El alcalde hendaiarra, Kotte Ezenarro, ha enviado además un mensaje a los padres de los chavales que acuden a actividades de tiempo libre en el que les informa de que esta persona ha dejado de estar en contacto con menores desde el pasado 4 de enero.

Decisión del tribunal

La decisión de expulsar al entrenador en cuestión llega después de que, el pasado mes de diciembre, el Tribunal de La Roche sur Yon (Vendée) impusiera una condena de ocho meses de prisión y 3.800 euros de multa al preparador deportivo.

Una decisión judicial de la que informó en su día un periódico local, 'Le Journal du Pays Yonnais', que detalla que el abuso al chico se produjo porque el entrenador se valió del clima de confianza tejido con ese jugador y con la familia, con la que tenía amistad.

De hecho, aproximadamente una vez al mes, la víspera de partido, el chaval dormía en el domicilio del preparador, que justificaba la medida como una forma de «facilitar la organización del equipo y los desplazamientos a campos rivales».

«Era para mi como un hermano mayor», habría confesado, de hecho, el chaval objeto de los tocamientos en su declaración ante la Policía.