
Decenas de personas han participado este miércoles en la concentración organizada por Zazpigarren Alaba-Babestu Araba en la Plaza Nueva de Gasteiz, ante el Ayuntamiento, bajo el lema ‘Makrozentrorik ez! Residencia Arana para uso geriátrico. Auzoak errespetatu!’.
Guillermo Perea, que ha intervenido ante los presentes en nombre de la asociación, ha defendido el uso geriátrico de la antigua residencia, donde el Gobierno español pretende construir un centro con 350 plazas destinadas a personas refugiadas.
Ha señalado que el centro de acogida propuesto carece ha suscitado críticas de partidos y entidades sociales, que ponen en duda la validez del modelo elegido. «La posición mayoritaria es la utilizar centros de menor tamaño y más localidades», ha apuntado, recordando que en Logroño y Santander se han rechazado iniciativas similares.
Perea ha advertido de que el Estado español dispone de otros edificios vacíos o infrautilizados en la capital alavesa, como es la sede del Gobierno militar, los apartamentos anexos a la comisaria de Betoño o la antigua sede de Hacienda, que podrían ser destinados a la acogida de refugiados.
«La validez de la residencia de Arana para seguir siendo un geriátrico está perfectamente calificada», ha aseverado, defendiendo la apertura de 50 plazas para personas con Alzheimer de grados 2 y 3, y de un centro diurno con 40 plazas para enfermos de grado 1.
Además, ha abogado por reservar un espacio para personas afectadas por ictus, como completo a Leza. «Es necesarios un centro específico en Gasteiz», ha manifestado.
Residencia San Prudencio
Asimismo, ha censurado que PNV y PSE «quieren liquidar la residencia San Prudencio», situada en el centro de la capital alavesa. Según ha indicado, pese a que el convenio suscito entre el Ayuntamiento y la Diputación establece 99 plazas, actualmente se están atendiendo 39.
«No se cubren las plazas y el fallecimiento de 60 personas es un ahorro para la Diputación», ha subrayado tras insistir en que San Prudencio es «el centro público mejor preparado de Araba».
También ha criticado la gestión del Servicio de Atención a Domicilio, solicitando que se duplique el tiempo de atención de los distintos grados, con el consiguiente aumento presupuestario hasta los 20 millones; y el aumento de la prestación económica de la Prestación Económica para Cuidados en el Entorno Familiar (PECEF) a 1.300 euros.
Por último, ha abogado por ampliar la cartera sociosaniaria, aumentando la plantilla de Osakidetza. «Sería necesario contratar a un profesional de medicina y de enfermería en cada centro de salud para cumplir la Ley de Salud y el decreto de Gobernanza Sociosanitaria», ha remarcado Perea.
Y ha pedido reponer los servicios de salud mental «eliminados» en Aranbizkarra y San Martín, recuperar la fisioterapia en los hospitales público, ampliar los cuidados paliativos, acabar con el copago farmacéutico y contar con logopedas públicos, entre otras cuestiones.

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