«La necesidad de cambio» es lo que reividica el coordinador general de LAB, Igor Arroyo, que ve «agotado» el modelo de gobierno PNV-PSE.

En una entrevista en Radio Euskadi, Arroyo se ha referido además a las altas cifras de siniestralidad laboral y ha denunciado que es responsabilidad de los empresarios el hecho de que «no se cumplan las medidas de seguridad». Asimismo, ha subrayado que el sistema de inspección de Osalan «no es suficiente» para garantizar el cumplimiento de la legislación.

Cuestionado por las próximas elecciones en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, el líder de LAB ha defendido la «necesidad de cambio» al haber «un modelo político agotado», que ha «dado la espalda a las reivindicaciones de los trabajadores». «Un modelo que ha tenido una interlocución problemática con los sindicatos y que ha gestionado de manera deficiente en Osakidetza... un modelo del PNV-PSE agotado. Vemos la necesidad de un cambio», ha subrayado.

Al mismo tiempo, ha asegurado que a la central sindical le gustaría que se conformara un gobierno que «tuviera las reivindicaciones de los trabajadores entre sus prioridades principales, algo que con el modelo PNV-PSE no es posible».

Por otro lado, ha señalado que en la enseñanza concertada de iniciativa social LAB mantendrá «la dinámica de huelgas y movilización», al no darse todavía las condiciones que ya se han acordado en el ámbito de las ikastolas, donde se ha producido «una equiparación de las condiciones salariales y muchos avances a nivel social».

Situación «alarmante» en Osakidetza

Asimismo, y en relación al hecho de que Osakidetza haya comenzado a contratar a profesionales sanitarios extracomunitarios para suplir la carencia de profesionales en algunas especialidades, Arroyo ha afirmado que «la situación es alarmante y todas las inversiones que se hagan son necesarias», aunque la medida es «un parche».

«Llevamos años reivindicando mayores inversiones y personal en los centros de Salud y por parte de Osakidetza no ha habido iniciativa ni planificación. Ahora han empezado a tomar medidas como pollo sin cabeza», ha ironizado.

Además, ha advertido que la decisión tiene «un sesgo un poco racista», de tal forma que «cuando no necesito trabajadores en un ámbito, pongo una serie de impedimentos, mientras que cuando me veo acuciado por falta de mano de obra, adopto este tipo de medidas».

Tras reiterar que para LAB es «una prioridad asegurar la prevalencia de los convenios provinciales y autonómicos», ha reconocido que no se conseguiría «per se un ámbito vasco de relaciones laborales, pero sí mejorar cuestiones».

Por último, y en relación a una «alianza de carácter estratégico» entre LAB y ELA, ha sostenido que ha sido algo que se ha «bloqueado» y no ha sido posible tras haberse dado «diferentes intentos».

«Hemos asumido esa imposibilidad. Sí que vemos que en el ámbito de los trabajadores hay una base común y la mayoría de los trabajadores optan por luchas intersindicales. Debemos pasar la fase del duelo respecto a la imposibilidad de alianza y poner en valor el trabajo de cada sindicato y las coincidencias que se puedan dar», ha finalizado.