Consolidado en el calendario invernal de Iruñea, Pamplona Negra arranca este lunes con una programación que pretende seguir contando con sus seguidores más fieles, a la vez que intentar atraer a nuevos públicos. «El objetivo sigue siendo el mismo que el primer día: atraer, atrapar y sorprender tanto al público que lleva diez años acompañándonos como a quien se acerca al festival por primera vez», afirma, Susana Rodríguez Lezaun, directora del festival.

El festival dirigido a los amantes del noir ha sabido hacerse un lugar. «¡Quién nos iba a decir cuando arrancó en 2015. ‘Va venir la gente, va a cuajar?’, nos preguntábamos. Es enero, en Pamplona, por la tarde… igual la gente tiene otros planes… ¡Qué va! La respuesta ha sido brutal desde el primer año, fantástica, se ha incrementado cada año. No sabemos si hemos tocado techo o no. Este año vamos con muchas ganas. Las actividades que requieren comprar entrada están todas agotadas. La comida, las rutas teatralizadas, las catas… estamos muy expectantes y super ilusionados», cuenta Susana Rodríguez Lezaun, su directora.

El año pasado superaron la cifra de 6.000 asistentes sin contar las de la semana posterior en las actividades que acogen diversas bibliotecas de Nafarroa. «Una barbaridad, hemos duplicado asistencia en estas diez ediciones», remarca.

Rodríguez Lezaun destaca los invitados «de primerísimo nivel y de muy diversos ámbitos» con los que contarán este año. La incorporación de Rodríguez Lezaun a la dirección de Pamplona Negra coincidió con la apertura al público internacional. Ha contribuido a ello el hecho de tener en Iruñea a autores como Charles Cumming y Bernard Minier. Este año contarán con la presencia de Alan Parks. «En Francia tuvo repercusión que Minier estuviera aquí, y que en Escocia ocurra lo mismo con la noticia de que este año vendrá Parks. La verdad es que no buscamos eso, lo que queremos es que cuando invitemos a un autor extranjero sepa quiénes somos y diga, ‘de acuerdo, acepto la invitación’, algo que nos ha ocurrido hasta ahora». «Descubrir a autores que conocemos cuatro frikis del género negro y presentárselos a miles de personas está muy bien, también es un reto no equivocarte», agrega.

Nombres Romy Hausmann, Víctor del Árbol, Paco Gómez Escribano, Eugenio Fuentes y Santiago Álvarez, Victoria González Torralba y Carlos Augusto Casas son algunos de los nombres que destacan este año. Entre los autores y escritoras que se estrenan, cabe mencionar a Aurora Guerra, César Pérez Gellida y Jon Arretxe. Además, el festival abrirá este año sus puertas a la novela gráfica con la presencia de tres reconocidos ilustradores: David Rubin, Carol Medina y Mikel Santos, cuyo encuentro moderará César Oroz. Y el sábado contarán con la escritora Alicia Giménez-Bartlett, quien hablará sobre el universo de la protagonista de sus novelas, Petra Delicado. En esta edición participarán actores como Pablo Rivero, que visitará Baluarte para hablar de sus novelas, y Hovik Keuchkerian, intérprete que dará vida en la pequeña pantalla al personaje creado por Juan Gómez-Jurado en ‘Reina roja’. 

El artífice del certamen es Carlos Bassas. «Es una aventura en la que se embarcó  sin saber muy bien de dónde salía ni a dónde iba ni tampoco cómo iba a estar en el mar y la verdad es que ha salido todo fenomenal. La respuesta del público ha sido apabullante desde el primer año. La valoración no puede ser más positiva».

Innovar y sorprender

La clave es, en opinión de su directora, «innovar, ofrecer historias, temáticas y ponencias novedosas».

El plato fuerte del festival en la iniciativa llamada Crimen a Escena. «Queremos que los protagonistas que se suban a Baluarte tengan algo que contar, sean de verdad. Nuestro objetivo es que se vea el crimen desde dentro, de la mano de profesionales que se dedican a ello. Y que cuenten su experiencia en primera persona. Creo que esto es lo fascinante. Que un criminólogo como Vicente Garrido te cuente cómo perfiló al violador de Ciudad Lineal y le dio su perfil a la Policía Nacional y lo detuvieron a los cuatro días, antes de que cometiera otro asalto. Parece de ciencia ficción pero mostramos que es de verdad», cuenta.

Este año, por ejemplo, van a hablar de cómo se crea y se organiza una brigada criminalística. «Son los que investigan la escena del crimen, el CSI, para entendernos. Hacemos hincapié en que ses muy visual, muy auditivo y muy participativo- En ediciones anteriores hemos tenido a miembros de la Policía Foral contándonos, como si el público fuera jurado, cómo se cometió y la manera en que investigaron un triple crimen cometido en un pueblo de Navarra. Mostró holografías y reconstrucciones».

Cuando termine esta edición habrán sido 50 crímenes a escena sin repetir ninguno. «Todos únicos. Me hace sentir orgullosa. Es un reto que no sé cuánto tiempo podremos mantener. De momento ahí vamos mostrando las diferentes caras del crimen a través de sus protagonistas: forenses, criminólogos, policías, jueces... Es un reclamo tremendo, de hecho, lo que nos diferencia, nuestro buque insignia», señala.

La idea partió de Bassas. «Es mérito suyo. Además de escritor es guionista y tiene una visión muy visual. Se le ocurrió que sería muy interesante ver sobre el escenario eso que muestran las películas. Creo que ni él se esperaba lo bien que salió desde la primera vez, también con la participación de expertos. Se vuelcan y preparan muy bien la ponencia».

Han ido sumándose iniciativas similares en el Estado español. «Cuando nosotros arrancamos había 10-12 festivales, ahora estamos hablando de 50. Algunos festivales nos empiezan a copiar. Por ejemplo, Barcelona Negra recreó un juicio sobre el escenario el año pasado. No me parece mal, el foco de atracción de público es bastante territorial, bastante limitado».

Temático

«Nuestra fórmula sique siendo única», remarca. «El Crimen a Escena, el hecho de tener a la Filmoteca de Navarra programando películas –nunca hay menos de 250 personas en las butacas–, realizar actividades en bibliotecas... Otra característica de Pamplona Negra es que es temático, no nos importa que el autor invitado no tenga ninguna novedad en el mercado», sigue.

Euskal Herria es, cada vez más, escenario literario de la novela negra. «Sí, la verdad es que nuestro entorno lo ofrece. Tenemos lluvia, días muy cortos, muy poca luz, niebla, montañas, cuevas, el mar... para un autor de novela negra es el escenario perfecto. Está Mikel Santiago, Ibon Martin, Eva García Sáenz de Urturi, Dolores Redondo... un montón de nombres que desarrollan sus novelas en Euskal Herria. No nos hacía falta que nos situaran en el mapa pero son un empujón para decir ‘mirad qué bien se escribe aquí, qué literatura se hace’. Y no nos tenemos que ir a Nueva York a ambientar», indica.

Cada vez más mujeres se dedican al género. «Para mí como mujer es muy satisfactorio ver cómo triunfan cada vez más compañeras en la literatura porque escribir lo hemos hecho siempre. Lo que ocurre es que no se nos daba el espacio que se merecían las obras. Ahora es más fácil, el mundo editorial se ha quitado tapujos, se ha liberado de prejuicios y cada vez son más las mujeres que consiguen publicar, consiguen que una editorial las respalde y que los lectores, quienes tienen la última palabra, compren sus libros».

Adelante

«Ya nadie piensa que una mujer no es capaz de escribir género negro, hemos demostrado que podemos. Una vez demostrado lo que no vamos a hacer es movernos, de aquí siempre para adelante. El camino solo es hacia adelante. Me da muchísima alegría ver a compañeras que escriben tan bien, que venden mucho, publican un libro tras otro porque la gente las reclaman», dice con una sonrisa. Rodríguez Lezaun ha tenido relación con el certamen desde sus inicios, aunque no fuera hasta 2019 cuando asumió su dirección. «El primer año me apunté al taller de creación literario impartida por Juan Ramón Viedma. Ni siquiera había publicado mi primera novela. Luego empecé a participar como autora y he acabado dirigiéndolo. ¡Quién me lo iba a decir a mí!», continúa.  

A nivel personal, subraya que es «un reto profesional organizar un festival que mantenga el nivel que tenemos hasta ahora. Por suerte, hay un equipo de producción que se encarga de toda la logística. He conocido gente que me ha enriquecido como persona y muchas de ellas las cuento entre mis amistades. Gente fantástica que tiene una conversación muy enriquecedora, a veces más divertida, otras veces más sesuda, pero como dicen los niños ‘para mí para siempre’. Jamás podré pagar a Pamplona Negra, es un regalo», confiesa.