El sector del metal de Bizkaia prevé la creación de mil puestos de trabajo este año, en un momento en el que más del 40% de las empresas manifiestan dificultades para encontrar perfiles profesionales adecuados, «principalmente operarios».
Responsables de la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM), encabezados por su presidenta, Begoña San Miguel, han analizado en una conferencia de prensa la situación del sector, que ha cerrado 2023 en cifras positivas, pese al estancamiento del segundo semestre, y afronta 2024 con buenas expectativas, «las mejores desde la pandemia».
El sector generó el pasado ejercicio 1.400 nuevos empleos, un 2,7% más respecto a 2022, y prevé crear otros mil este año, según el informe de coyuntura económica de la patronal metalúrgica, realizado en base a las respuestas de 209 empresas asociadas, que representan a más de 13.000 trabajadores.
Según el estudio, un 44% de las empresas manifiesta haber dejado de realizar algún contrato en los últimos doce meses por no encontrar el perfil adecuado.
Esta situación lleva a que un 13,5% de las empresas se plantee la contratación de personas en el extranjero, sobre todo en países extracomunitarios.
Entre los perfiles que demandan las empresas del Metal, el 27% corresponde a formaciones universitarias, fundamentalmente ingenierías, y el 61% de Formación Profesional, según la FVEM.
La «búsqueda de talento» es la cuarta cuestión que más preocupa a las empresas, por detrás de la debilidad de la economía nacional e internacional y los elevados costes laborales y de producción, en un contexto en el que el Metal de Bizkaia, donde operan unas 53.000 personas, tiene que afrontar en los próximos años «un relevo generacional intenso», ha señalado la presidenta de la FVEM.
«Mejor que lo previsto»
El estudio de la organización empresarial evidencia que 2023 cerró con niveles de actividad mejores o en línea con lo previsto para el 74% de las empresas del sector vizcaino.
La primera parte del año fue buena, mientras que la actividad de las empresas refleja un parón en el segundo semestre, entre otras razones por la débil situación económica de los principales socios comerciales del sector y la complicada situación geopolítica, según la FVEM.
Su estudio se hace eco de unas expectativas buenas para 2024, cuando la FVEM espera que el indicador de actividad llegue al 78,9%, el más alto desde que calcula este parámetro.
Previsión de buenos pedidos
Este año, en el que un 24% de las empresas consultadas esperan aumentar sus plantillas, se prevé una buena cartera de pedidos para las empresas, similar a la de 2023.
El pasado año, el 83% de las empresas terminaron el ejercicio con beneficios y se prevé un porcentaje similar para 2024.
Respecto a las exportaciones, en 2023 aumentó hasta el 61% las empresas que exportan parte de su producción, aunque la cifra de exportaciones bajó al 34% de la facturación frente al 43% que representó el año anterior debido a la debilidad de mercados como Alemania y el Estado francés.
Normalización del coste de aprovisionamiento
La presidenta de la FVEM ha señalado también que los costes de aprovisionamiento tienden a normalizarse, con un aumento medio de costes del 6% (dato que ascendía al 21% en anteriores encuestas).
La evolución, según ha indicado, «se está viendo afectada por la reciente crisis del mar Rojo, cuyos efectos sobre el coste del transporte y retraso de las entregas ya se están dejando notar».
Respecto a las inversiones en el sector, en 2023 han aumentado de forma destacada respecto al año anterior y para 2024 se espera que sigan creciendo, aunque en menor medida.