NAIZ

Representantes públicos y sindicales, en la concentración contra el desahucio de un caserío

Representantes públicos, sindicales y de colectivos sociales, y ciudadanía en general han participado este viernes en una concentración contra el desahucio del caserío Guruzeta de Astigarraga, en el que vive Julián, de 72 años, junto a sus sobrinos discapacitados y un menor con minusvalía.

Concentración de Stop Desahucios para denunciar el desahucio de un caserío de Astigarraga.
Concentración de Stop Desahucios para denunciar el desahucio de un caserío de Astigarraga. (Jon URBE/FOKU)

La concentración celebrada este viernes en el kiosco del Boulevard contra el desahucio del caserío Guruzeta de Astigarraga ha contado con la presencia del alcalde y concejales de Astigarraga y de junteros y concejales de EH Bildu Donostia y Elkarrekin Errenteria y Donostia, además de representantes de los sindicatos LAB, Steilas y ESK, y de los colectivos Duintasuna, Gepe, Cáritas de Larratxo y Satorralaia, junto a ciudadanía en general.

De esta manera, han mostrado su respaldo a Julián y su familia frente a la solicitud de desahucio realizada por el prestamista Gormedino S.L.

La concentración había sido convocada por Stop Desahucios, que ha mostrado su agradecimiento a las personas participantes en el acto y en la que ha recordado que en el caserío Guruzeta viven Julián, de 72 años y enfermo coronario, y sus sobrinos discapacitados, con un menor con minusvalía.

El prestamista les reclama una deuda de 197.715 euros por un préstamo de 147.000 euros que debían ser entregados mediante cuatro cheques, de los que solo fueron entregados dos por valor de 60.000 euros.

Interés de mora del 29%

Estos dos cheques debían devolverse en un año con un interés anual del 15% a pagar cuando vencieron, por lo que les obliga a devolver los 147.000 euros más un 15% de interés (22.050 euros), junto con un interés de mora de seis meses al 29% por valor de 29.400 euros, lo que hacen un total de 197.715 euros.

Esta cantidad se ha reclamado en una demanda de ejecución hipotecaria presentada en el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Donostia. En una subasta celebrada en mayo de 2022, el prestamista se adjudicó el caserío en el que Julián, jubilado con una pensión modesta, ha vivido toda su vida y que actualmente comparte con sus sobrinos (una de ellas tiene una minusvalía) y un hijo de estos, también minusválido.

Stop Desahucios ha añadido que se ha denunciado esta práctica por usura en un juzgado de Zaragoza, pero ha sido archivada, por lo que el procedimiento ha seguido adelante. De este modo, está pendiente de fijarse la fecha del desahucio por parte del Juzgado de Paz de Urnieta en base a la diligencia emitida por el Juzgado de Donostia.

Recurso

Esta diligencia fue recurrida el 16 de enero y admitida a trámite por el Juzgado de Donostia en base al decreto que suspendía los desahucios de familias vulnerables y otra normativa europea, estatal y autonómica. «Gracias a este recurso, esta familia tiene una tregua al menos hasta el 31 de diciembre de 2024», ha subrayado Stop Desahucios.

«Es inaudito que en el siglo XXI estas prácticas no estén perseguidas por la Justicia y esos indeseables prestamistas sigan haciendo negocio a costa de quedarse con viviendas, en este caso un caserío, por cantidades irrisorias», ha destacado Stop Desahucios.