La Real tiene dos días para recuperar energías y jugadores para afrontar la ida de las semifinales de Copa que jugará este martes a las 21.00 contra el Mallorca en Son Moix tras las duras secuelas que dejó en lo físico su empate del sábado en Liga en el campo del Girona.
El club blanquiazul comunicó tras el encuentro que Sheraldo Becker volvía a Donostia tras sufrir una lesión fibrilar en la musculatura isquiosural de la pierna derecha cuando tenía la ocasión más clara de su equipo de todo el partido en el minuto 52, pero que Odriozola y Oyarzabal iban a desplazarse a Mallorca con el resto de la expedición, aunque Imanol dijo que la «hiperextensión de la rodilla derecha» sufrida por el donostiarra en el primer minuto tenía «mala pinta».
A la espera de las pruebas complementarias que se iba a realizar al capitán, la esperanza es que la contusión en la pierna izquierda que le impidió acabar el partido no le impida jugar en Mallorca.
Imanol señaló tras el partido que Brais Méndez fue sustituido tocado y antes de viajar a Girona que jugadores como Le Normand, Urko González de Zarate, Zakharyan y Pablo Marín no estaban para jugar en el partido de Liga, pero esperaba que se pudieran recuperar para un partido de Copa en el que el técnico sí podría contar con Traoré y Kubo tras quedar eliminados en la Copa África y en la Copa Asia el sábado.
El japonés se ha incorporado a la expedición en Girona para desplazarse con sus compañeros a Palma de Mallorca, a donde volará también Hamari Traoré. Imanol explicó el viernes que Aritz Elustondo pasará consulta en Madrid este lunes y en función de la evolución podría viajar también a Mallorca.
El Mallorca, más descansado
El Mallorca afrontará el partido con un día más de descanso, con muchas menos bajas y problemas físicos y sin exigirse tanto al caer con rotundidad el viernes por 4-0 contra el Athletic.
Lo positivo fue que Ander Barrenetxea volvió con unos buenos minutos tras tres partidos ausente por lesión que ayudaron a la Real a superar al equipo local en la segunda parte hasta el tramo final en el que Remiro salvó a su equipo con una parada ante Yangel Herrera que le permite acumular 664 minutos en Liga sin encajar gol.
Imanol se mostró contento, aunque «fastidiado», en su rueda de prensa tras el encuentro porque «en el segundo tiempo hemos estado bastante mejor que ellos y merecíamos lograr la victoria. Ellos han tenido ocasiones también, pero somos uno de los pocos equipos que han sido capaces de quitarles la pelota por momentos y de que no generaran apenas situaciones de gol hasta el tramo final. Se ha podido ver una mejor versión nuestra con balón y no es fácil jugar aquí ante semejante equipo, que está haciendo un temporadón».
Protestas de Míchel
Su alegría contrastó con el enfado del entrenador del Girona, Míchel, por el gol anulado por el VAR, lo que consideró un error claro porque «llegó tras tres jugadas después del fuera de juego. Lo ha visto todo el mundo. No se puede rearbitrar 40 y tantos segundos una jugada. No tiene mucho sentido porque si empiezas a rebobinar hay muchas acciones que pueden ser sancionables y no se sancionan».
También se mostró molesto por su expulsión que le impedirá dirigir a su equipo en el próximo partido en el que se juegan sus opciones de disputar la Liga contra el Real Madrid: «Pido una falta a Savio y lo digo con los brazos en alto y es sancionable con tarjeta amarilla, pero no he insultado ni he faltado el respeto a nadie ni he saltado al campo y no se puede sancionar con la roja».
Gil Manzano mostró además la quinta amarilla a Yangel Herrera y tras el partido a Blind, con lo que tampoco jugarán ante el Real Madrid.