«La defensa de una agricultura y ganadería basada en proyectos familiares y sostenibles, que genere alimentos de calidad y cercanía, siendo respetuosa con su entorno y el medio ambiente, y que fije población en las zonas rurales». Estas son las líneas de trabajo que EHNE-Nafarroa ha desarrollado en las últimas cuatro décadas, según han destacado este martes en Iruñea Fermín Gorraiz, presidente del sindicato; Patxiku Irisarri, secretario; y Patxi Encaje, miembro de la Ejecutiva.
En este sentido, han subrayado que estos objetivos, que se plasmaron en su último congreso, celebrado bajo el lema ‘La agricultura en nuestras manos’, son uno de los retos más importantes que tienen actualmente las organizaciones agrarias. «Que la tierra sea trabajada por agricultores de verdad y no permitir la uberización del agro, en el que grandes poderes económicos, léase fondos de inversiones, multinacionales energéticas o entidades bancarias, entre otras, ya están moviendo sus tentáculos para hacerse con el monopolio de la tierra», han reclamado.
Esta cuestión estuvo presente en la reunión que junto a UAGN, UCAN y representantes de las plataformas que han convocado las movilizaciones de las últimas semanas tuvieron el día 9 con el Departamento de Desarrollo Rural del Gobierno. Entregaron un documento con quince puntos que recogían las principales demandas de las movilizaciones.
«Estas movilizaciones han sido un éxito de participación y han acelerado procesos sobre cuestiones que ahora sí se consideran viables. Antes, todo eran trabas», han destacado, recordando que han respetado la decisión de la plataforma de que los sindicatos no estuviesen en las protestas, pero dieran libertad de acudir su afiliación.
En este sentido, han subrayado que EHNE-Nafarroa siempre ha recogido las reivindicaciones que han llegado del sector agroganadero, como las luchas del sector lechero, tanto en ovino como en vacuno, denunciando situaciones en las que se les obligaba a vender a pérdidas y obligando a las empresas a un cambio en su política de precios.
Junto a ello, han fomentado el relevo generacional en el campo con una campaña dirigida a los centros educativos junto al Servicio Navarro de Empleo y el Departamento de Educación.
Ley de Cadena Alimentaria
Asimismo, han destacado que la defensa de unos precios dignos siempre ha estado en su agenda en busca de una menor dependencia de las subvenciones. De este modo, han apostado claramente por la aplicación «a rajatabla» de la Ley de Cadena Alimentaria, demandando a las instituciones que pongan en marcha los mecanismos y herramientas necesarias para su cumplimiento.
En relación a la fiscalidad, han explicado que coinciden con «las demandas realizadas por el sector, habida cuenta de que hemos vivido en Navarra una situación de agravio comparativo con respecto a comunidades limítrofes y exigimos la misma equiparación». Junto a ello, han proclamado que «tenemos una responsabilidad a la hora de pagar nuestros impuestos para poder contar con unos servicios de calidad».
Esta responsabilidad la hacen extensiva a la lucha contra el cambio climático. «Sin lugar a dudas, somos partidarios de que la producción agrícola-ganadera se encamine hacia unos estándares de mayor respeto con la naturaleza, sostenible y ecológica, pues dependemos de ellas», han indicado.
Agenda 2030
En este ámbito, han mostrado su acuerdo con los objetivos de la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo, especialmente con la estrategia De la Granja a la Mesa, pero han indicado que no se podrán cumplir los plazos fijados desde Bruselas. Así, han recordado que ya se ha retrasado a 2035 la reducción al 50% del uso de fitosanitarios (inicialmente prevista para 2030) y han señalado que ven complicado cumplir el objetivo de que en 2030 el 25% de la tierra cultivada se destine a producción ecológica. Actualmente, en Nafarroa, la producción ecológica supone el 8% de la tierra cultivada.
«Vemos con preocupación que muchos de estos planes se elaboran a gran distancia de la realidad del sector y sin contar con él, y muchas veces estas medidas no vienen acompañadas de incentivos que ayuden al sector a tomar ese camino», han indicado.
En este sentido, han denunciado el incremento de la burocracia que supone gestionar una explotación agrícola-ganadera, por lo que han reclamado que se simplifique el papeleo.
Esta es una de las reivindicaciones que han planteado a los gobiernos navarro y español, así como la obligación de introducir cláusulas espejo a las importaciones de países extraeuropeos para implementar las mismas exigencias que se aplican a los productores locales.
Han explicado que la Política Agrícola Común (PAC) se revisará en 2027 y han destacado que llevan ya cuatro años reclamando una reforma que conlleve la desaparición de los derechos históricos y la fijación de un tope a la subvención por explotación, que actualmente suponen un perjuicio para las pequeñas superficies y benefician a los grandes terratenientes.
«Queremos dejar claro que, como sindicato que es, EHNE-Nafarroa supone un instrumento válido para vehiculizar el trabajo y las demandas que se produzcan en el agro navarro, siempre y cuando encajen dentro de la filosofía que nuestro colectivo ha venido defendiendo desde hace cuatro décadas, que busca una agricultura familiar sostenible, ambiental y socialmente, donde las personas agricultoras y ganaderas son el centro», han añadido.