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La Justicia chilena ordena reabrir la causa por la muerte de Pablo Neruda

La Corte de Apelaciones de Santiago ha ordenado reabrir la investigación por la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, 12 días después del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet en septiembre de 1973.

Pablo Neruda, en 1963.
Pablo Neruda, en 1963. (WIKIPEDIA)

La Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ha acordado reabrir la investigación por la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, que se produjo 12 días después del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet en septiembre de 1973, según ha informado el Poder Judicial de ese país, al entender que la investigación no está agotada al existir diligencias que podrían ayudar a esclarecer los hechos.

«Apareciendo de los antecedentes que no se encuentra agotada la investigación, existiendo diligencias precisas que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos (...) se ordena la reapertura del sumario», ha dictado el juzgado en un fallo unánime publicado en la noche del lunes.

La jueza a cargo de la investigación, Paola Plaza, que debe dilucidar si el Premio Nobel falleció por el cáncer de próstata avanzado que lo aquejaba o si fue envenenado por un agente secreto de la dictadura, cerró la investigación el 25 de septiembre, pero tanto su familia como el Partido Comunista –en el que Neruda militó desde joven– apelaron la decisión.

Ahora, la Corte de Apelaciones de Santiago ha ordenado practicar varias diligencias solicitadas por los querellantes, como un peritaje caligráfico del certificado de defunción y la toma de nuevas declaraciones.

Espaldarazo para la familia

«La unanimidad del fallo es un espaldarazo a nuestra apelación. Hemos conseguido quitarle la lápida que querían ponerle a esta investigación. Llevamos 14 años peleando por esclarecer la muerte de Neruda», ha declarado a la agencia Efe Elizabeth Flores, abogada de la familia.

«La verdad tarda en llegar, pero lo está haciendo de a poco. Es un gran logro en la justicia que llevamos pidiendo desde hace años para mi tío Pablo», ha apuntado por su parte Rodolfo Reyes, querellante y sobrino del poeta.

El autor de ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’ falleció el 23 de septiembre de 1973 en la Clínica Santa María, en Santiago.

La tesis del envenenamiento fue planteada públicamente por primera vez por el chófer y secretario personal del poeta, Manuel Araya, fallecido en junio del año pasado y una de las últimas personas que le vio con vida.

Su testimonio fue la base de la denuncia que presentó el Partido Comunista –apoyado por parte de la familia– y que en 2011 dio origen a la investigación que ahora debe reabrirse.

La investigación, que ha contado con la participación de tres paneles de expertos internacionales, entre ellos el forense vasco Paco Etxeberria, sufrió en vuelco en 2017, cuando el segundo grupo de especialistas desestimó la versión oficial que apuntaba al cáncer de próstata como causa de muerte y encontró clostridium botulinum en una muela del poeta.

El clostridium botulinum, responsable del botulismo, es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y que puede causar problemas al sistema nervioso e incluso la muerte.

Un tercer panel de expertos de las universidades de McMaster (Canadá) y Copenhague (Dinamarca) concluyó hace un año que la bacteria «estaba en su cuerpo en el momento de la muerte», lo que para la familia fue interpretado como una prueba irrefutable de que Neruda fue «envenenado» durante su permanencia en la clínica.

Para la familia, la diligencia más importante a practicar es una «metapericia que permita revisar e interpretar los resultados de las pericias realizadas por los expertos de las universidades de McMaster y Copenhague, la que deber ser realizada únicamente por expertos propuestos por dichas instituciones».