Estados Unidos volvió a vetar ayer, y ya es la tercera vez, una resolución en la que se pedía «un alto el fuego inmediato» en Gaza en el Consejo de Seguridad de la ONU. El texto, presentado por Argelia, contó con 13 votos a favor, la abstención de Gran Bretaña y el voto en contra de EEUU, que utilizó su derecho de veto.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, estimó «irresponsable» votar a favor del alto el fuego y justificó su veto porque «pone en peligro las delicadas negociaciones» en curso.
Thomas-Greenfield indicó que EEUU trabaja en otra resolución propia en la que, por primera vez, reclamará a su aliado Israel un alto el fuego «temporal», pero que lo dejará en papel mojado al incluir el añadido de «cuando se cumplan las condiciones» y previa puesta en libertad de todos los cautivos israelíes en Gaza.
EEUU ha vetado ya tres resoluciones para pedir parar los bombardeos contra Gaza, lo que convierte en irrelevantes sus supuestas «presiones» a Israel. La primera fue presentada por Brasil el 18 de octubre y se limitaba a pecir a Israel «pausas humanitarias»; el 8 de diciembre, otra resolución parecida presentada por Emiratos Árabes demandaba el alto el fuego inmediato.
La resolución votada ayer fue preparada por Argelia para el 31 de enero y EEUU le pidió en varias ocasiones posponer la votación para tener tiempo de introducir cambios –incluso el secretario de Estado, Antony Blinken, telefoneó asu homólogo argelino, Ahmed Attaf–, pero ninguno de los cambios ha sido del agrado de Washington.
EEUU ya utilizó estas dilaciones en los casos anteriores haciendo cambiar términos del texto para luego vetarlas igualmente.
El embajador chino, Zhang Jun, lamentó que «queda claro que no es que el Consejo de Seguridad no presente un consenso aplastante, sino que el veto de Estados Unidos es el que anula ese consenso». Rusia, Arabia Saudí, el Estado francés, Malta, Eslovenia o Sierra Leona también exprearon sus criticas al veto de EEUU. «La posición americana es una luz verde a la ocupación para cometer más masacres (...). No hará sino incrementar el sufrimiento de nuestro pueblo».
«La ocupación es ilegal»
En contraste con el veto estadounidense en el Consejo de Seguridad, diez países denunciaron ayer ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la ilegalidad de la ocupación israelí de Palestina, la mayoría pertenencientes al denominado sur global, aunque también aliados de Israel se sumaron a la exigencia de que termine de inmediato.
Entre los testimonios que escuchó la Corte destacó el de Sudáfrica, un Estado que ha sufrido el apartheid durante años, o el de Argelia, que vivió la ocupación francesa hasta su independencia.
A petición de la Asamblea General de la ONU, la CIJ analiza esta semana las consecuencias legales derivadas de las políticas y prácticas de Israel en Palestina y emitirá una opinión jurídica no vinculante.
«Nosotros, como sudafricanos, vemos, escuchamos y sentimos totalmente las políticas y prácticas inhumanas y discriminatorias del régimen israelí como una forma aún más extrema del apartheid institucionalizado contra los negros en mi país, casualmente desde 1948» (fecha de la creación del Estado de Israel), indicó el embajador sudafricano en La Haya, Vusimuzi Madonsela.
Sudáfrica instó a la CIJ a examinar las políticas dicriminatorias y a declarar que Israel somete a los palestinos a un régimen de apartheid.
Madonsela insistió en que el «apartheid israelí debe terminar» y «al pueblo palestino se le debe permitir ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación». «La lucha palestina invoca recuerdos dolorosos de nuestra propia lucha contra el apartheid, la segregación y la opresión», recordó.
El embajador subrayó que los palestinos en Cisjordania siguen segregados por un muro y son víctimas de «políticas discriminatorias que incluyen incursiones violentas en aldeas ciudades y campos de refugiados, arrestos arbitrarios ilegales de niños y adultos, que son indefinidamente prorrogables sin juicio.
Madonsela también alertó de que mientras él pronunciaba su discurso en La Haya, «y en cada uno de los últimos 136 días, el mundo está presenciando en Gaza un asalto sin precedentes en velocidad y severidad, violando los preceptos más básicos del derecho a la vida y la supervivencia de una población» en Gaza.
Asimismo, denunció que la falta de voluntad de la comunidad internacional para responsabilizar a Israel «le alienta acometer el crimen de crímenes, un genocidio».
Por su parte, Argelia consideró que la prolongada ocupación se encuentra en el fondo del deterioro de la situación en los últimos meses en Gaza.
Los países que apoyaron la denuncia de la ocupación recordaron los reiterados incumplimientos por parte del régimen sionista de las resoluciones de la ONU, como hizo la representante especial del Gobierno brasileño, Maria Clara de Paulo Tusco, quien subrayó que la ocupación israelí «no puede ser aceptada y mucho menos normalizada por la comunidad internacional».
Brasil es de los países más claros en la denuncia de las masacres de Gaza, lo que ha supuesto que el Gobierno israelí declare «persona non grata» a su presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, por comparalas con el Holocausto. Brasilia respondió convocando al embajador israelí y llamando a consultas al suyo en Israel.
Arabia Saudí, Belice –que también habló de Holocausto para referirse a la política israelí hacia los palestinos–, Bélgica, Bolivia, Chile y Países Bajos, también participaron ayer en la audiencia de la CIJ.
Israel acerca el estallido de hambre y epidemias
Uno de cada seis menores de dos años sufre desnutrición aguda y nueve de cada diez se alimenta como máximo dos veces al día, indicó un informe del Grupo Mundial de Nutrición, liderado por Unicef. Junto a otras cinco oenegés, Jeremy Konyndyk, presidente de la asociación humanitaria Refugiados Internacional, alertó de que en las condiciones actuales no se podría paliar una hambruna masiva. «En una hambruna la mayoría de gente no se muere de hambre, se muere por enfermedad», explicó Konyndyk, recordando que los hospitales en Gaza o no funcionan o están saturados, además de la falta de agua potable o de ayuda humanitaria. «Si hubiera un brote de cólera se propagaría como un incendio», advirtió. El 70% de los gazatíes menores de cinco años ha padecido diarrea en las últimas dos semanas.
Ya han muerto 29.195 personas y otras 8.000 siguen desaparecidas. Además, hay 69.170 heridos que apenas pueden ser atendidos. La situación en el hospital Nasser de Jan Yunis, que días de asedio y ataques dejaron sin funcionamiento, es «indescriptible», según la Organización Mundial de la Salud, que evacuó a 32 pacientes. Otros 130 y al menos 15 miembros del personal continúan dentro del centro, sin electricidad ni agua corriente, y la concentración de desechos puede convertirse en foco de infecciones.
En este desmentelamiento de los servicios sanitarios, las fuerzas sionistas también bombardearon el hospital Al-Amal en Jan Yunis –aún en funcionamiento– y provocaron daños materiales y un estado de terror entre los civiles. Y siguieron bombardeando viviendas en el centro y el sur de Gaza y disparando en las carreteras a quienes tratan de huir o buscan ayuda, a la vez que ordenaron la evacuación de los barrios de Olive y Turkmenistán de la ciudad de Gaza.
Prioridad
El ministro de Finanzas de Israel, el ultra Bezalel Smotrich, aseguró que la liberación de los cautivos en Gaza «no es lo más importante», sino que la prioridad de la ofensiva israelí debe ser «la desarticulación total de Hamas».
Votar en Gaza
Israel ha dispuesto una docena de colegios electorales en varios puntos de la Franja de Gaza, incluidas zonas de combate, durante una semana, con el objetivo de que los militares puedan participar en las elecciones municipales el próximo martes.