El primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammad Shtayyeh, ha presentado este lunes al presidente Mahmud Abbas su dimisión y la de su Gobierno ante la situación política, económica y de seguridad derivada de la masacre de Israel en Gaza y el repunte de las operaciones sionistas en Cisjordania.
«He puesto la dimisión del Gobierno a disposición del presidente, Mahmud Abbas», ha dicho Shtayyeh durante una sesión del Gabinete, según ha informado la agencia palestina de noticias Wafa.
«La decisión llega ante los acontecimientos políticos, económicos y de seguridad en relación con la agresión contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza y la escalada sin procedentes en Cisjordania, incluido Jerusalén Este», ha sostenido.
Así, ha explicado que la población palestina y el sistema político palestino hacen frente «a un ataque fiero y sin precedentes, un genocidio, intentos de desplazamientos forzoso, de muerte por hambre en Gaza, de intensificación del colonialismo y del terrorismo de los colonos y a repetidas invasiones de los campamentos (de refugiados) y las localidades en Cisjordania».
Shtaye ha apuntado además a «los intentos de liquidar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa), repudiar todos los acuerdos firmados y una anexión gradual de las tierras palestinas», así como a «los esfuerzos para convertir a la Autoridad Palestina en una autoridad que administre la seguridad, sin contenido político».
La ayuda humanitaria cae un 50%
La Unrwa ha denunciado este lunes una disminución del 50% en la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza respecto al mes de enero.
El comisionado general de la agencia, Philippe Lazzarini, ha indicado que estaba previsto que la entrega de ayuda aumentara y «no que disminuyera», ya que dos millones de palestinos «viven en condiciones desesperadas».
Así, ha lamentado que entre los principales obstáculos a la hora de entregar esta ayuda se encuentran «la falta de voluntad política, el frecuente cierre de los pasos fronterizos y la falta de seguridad debido a las operaciones militares» que se llevan a cabo en el enclave palestino.
En este sentido, ha alertado de que a esto se suma el «colapso del orden civil» en la zona, especialmente a raíz de la ofensiva puesta en marcha por el Ejército de Israel.
Lazzarini ha instado a lograr un «alto el fuego y poner fin al asedio para facilitar la entrada de ayuda y suministros para salvar vidas», algo que, según ha recalcado, «hace tiempo que es necesario».
Previamente, la agencia había alertado de que lleva desde el 23 de enero sin poder enviar alimentos al norte de la Franja de Gaza, la zona del enclave más castigada por los ataques israelíes y donde las agencias humanitarias han tenido menos acceso desde el inicio de la ofensiva.
Además, ha lamentado que todos sus llamamientos hayan sido «denegados» y que hayan «caído en saco roto», y ha aseverado que próximamente «se volverá a poner a prueba la humanidad y los valores comunes».
«Esto es un desastre provocado por el hombre. El mundo se comprometió a no permitir que se repitiesen más hambrunas. La hambruna aún puede evitarse mediante una auténtica voluntad política de garantizar el acceso y la protección a una ayuda sustancial», ha añadido.