El joven que fue condenado a tres años y medio de cárcel por la muerte de Santi Coca, el menor fallecido tras recibir una paliza en Donostia en abril de 2019, ha recurrido al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) para solicitar una rebaja de su pena de prisión.
Según fuentes del caso citada por Efe, el condenado ha sido la única de las partes personadas en la causa que ha apelado ante el TSJPV.
Este joven, que ya cumplió en su momento nueve meses en situación de prisión provisional, fue considerado responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave con la atenuante de embriaguez por un tribunal del jurado.
Este mismo jurado, que enjuició los hechos en una vista celebrada en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa entre noviembre y diciembre de 2023, declaró no culpables a otros tres jóvenes.
Previamente, la Fiscalía, la acusación particular, que ejercía la familia Coca, y la acción popular, en representación del Ayuntamiento de San Sebastián, habían retirado los cargos contra un quinto procesado, quien quedó así absuelto antes de que la vista llegara a finalizar.
Además, un sexto inculpado, al que una de las acusaciones atribuye haber propinado una «última y brutal patada en la cabeza» a Santi Coca durante la paliza, permanece huido, en situación de búsqueda y captura internacional, tras haberse dado a la fuga antes del inicio del juicio.
Un único condenado
De esta manera, la sentencia del caso, emitida el pasado enero, condenó a un único joven por los hechos, que ocurrieron pasadas las cinco de la madrugada del 26 de abril de 2019, en el exterior de una céntrica discoteca donostiarra, donde se produjo un incidente entre Santi Coca, que por entonces tenía 17 años, y el ahora huido, quien recibió un puñetazo por parte del menor, al que luego su oponente comenzó «a golpear» a su vez «con violencia».
Una agresión a la que, según la sentencia, el ahora condenado se «unió» junto a «otros» con «golpes y patadas» mediante los que desplazaron a Coca hasta la pared de la discoteca donde «cayó al suelo a causa de los golpes», para volver a ser golpeado «violentamente con patadas» por el inculpado y otras personas «en diversas partes del cuerpo, entre ellas la cabeza».
Para declarar probado este extremo, el jurado se basó en un vídeo de una cámara de seguridad que «permite identificar» al condenado «entre las personas que agredieron» a Santi Coca.
Mientras el menor permanecía en el suelo, su hermano «le intentó proteger», momento en el que el acusado también le golpeó y le ocasionó «contusiones en la mandíbula derecha y en la espalda», por lo que fue condenado también a pagar una multa por un delito de lesiones.
Parada cardiorrespiratoria
Tras la agresión, la víctima ingresó en el Hospital Donostia pasadas las 5.15 «en parada cardiorrespiratoria» y tuvo que ser reanimada «cardiopulmonarmente durante cuarenta minutos».
Dos días más tarde, el 28 de abril, falleció a consecuencia de una hemorragia cerebral «generalizada» que le provocó la «destrucción de los centros vitales encefálicos» y que fue debida a «los golpes recibidos».
En su recurso contra esta sentencia ante el TSJPV, el joven condenado pide que le sea rebajada su pena de cárcel hasta la mitad inferior de lo que marca la ley (que va de uno a cuatro años), teniendo en cuenta que el jurado le reconoció «una atenuante simple por la leve afectación de sus facultades volitivas o intelectivas» por ingesta de alcohol.
Asimismo, solicita a este tribunal que concrete la calificación jurídica de esta atenuante, dado que, según el recurso, la sentencia «no hace mención explícita» a este aspecto.