Hace menos de dos años el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños, celebraba que la Ley de Información Clasificada que debía sustituir a la Ley de Secretos Oficiales de 1968 sería una norma «avanzada y garantista». Aquella ley llegaba después de que el Congreso apoyase otra propuesta del PNV. Al final, ni una, ni otra. La convocatoria anticipada de elecciones de Pedro Sánchez enterró aquel anteproyecto.

Este martes la Ley de Secretos Oficiales ha regresado a la Cámara Baja con una nueva propuesta de la formación jeltzale. Mikel Legarda (PNV) ha presentado la propuesta de reforma. La de hoy ha sido la sexta vez que se ha llevado una propuesta de este tipo al Congreso. Hasta la fecha ha chocado con los intereses de las principales formaciones estatales, que siempre han frenado cualquier tipo de modificación.

De 2018 a aquí, Gobierno de Pedro Sánchez se ha limitado a ir lanzando globos sonda con diferentes borradores pero sin concretarlos; el último dejaba blindados en la práctica los eventuales documentos sobre los GAL hasta al menos 2048. El proyecto del PNV plantea ahora un tope de 25 años para la desclasificación de los documentos considerados «secretos» y 10 años para los «reservados».

«Constatamos de manera palmaria que la legislación en vigor sobre secretos oficiales no es homologable con el canon constitucional», ha señalado Legarda. «España sigue rigiéndose con una ley de 1968 que responde a la lógica de un régimen autoritario como el franquista, con un toque preconstitucional en el 78. Han pasado más de 40 años y no se ha modificado la Ley franquista de Secretos Oficiales».

El parlamentario del PNV tampoco se ha mostrado demasiado optimista. «Hay señales que nos hacen dudar de las intenciones de este Gobierno. Por ello presentamos esta iniciativa. Para que el Gobierno no tenga la tentación de dejar morir el asunto. Para que se suba al carro con las enmiendas que vea conveniente».

El diputado del PSOE Juan Carlos Jerez ha anunciado el voto favorable, además de avanzar que «intentaremos mejorarla en su tramitación». El parlamentario, en un discurso con constantes referencias al PP, ha trasladado el «compromiso» para «mejorar nuestros estándares democráticos». «Confiemos en que no se obstaculice su tramitación. Trabajaremos para que esta reforma sea una realidad» ha afirmado, recordando el anteproyecto avanzado hace dos años.

Una nueva oportunidad que llega tarde

Jon Iñarritu, por EH Bildu, ha señalado que no tiene «ni pies ni cabeza que debatamos cada legislatura» sobre la misma propuesta. «Que esta sea aceptada y después dejarla bloqueada toda la legislatura es un sinsentido. Entre quienes votan a favor, hay alguno que en teoría vota a favor pero que a la hora de llevar a la práctica la ley no esta dispuesto por miedo, presiones o amenazas». Sin embargo, ve una nueva oportunidad para terminar con esta ley franquista. Ha pedido «sinceridad» al resto de formaciones y ponerse en marcha «cuanto antes».

Sumar, a través de Enrique Santiago, ha reivindicado el derecho a recibir información de la ciudadanía, señalando que «la protección del Estado no es posible si no se garantiza el derecho a la verdad y la reparación a las infracciones de derechos humanos». «Los secretos oficiales no pueden amparar la vulneración de derechos», ha añadido. Así, ha situado la «clave» en el tiempo que debe pasar para desclasificar un documento secreto.

Para Nestor Rego, del BNG, «lo lógico es que estuviésemos debatiendo una propuesta de ley del Gobierno» y ha calificado como «una vergüenza» que «45 años después de aprobar la Constitución continúe en vigor una ley franquista».

Martina Velarde, diputada de Podemos, también ha anunciado su voto favorable. «Esperemos que no pase lo mismo que la anterior legislatura y que el PSOE no presente otra propuesta que descafeíne esta». Los mensajes al PSOE se han repetido en los turnos de otras formaciones que apoyan la propuesta. Míriam Nogueras, de Junts, ha apuntado al Gobierno español por no tomar «decisiones de calado» en la anterior legislatura y Alvaro Nogal (ERC) se ha preguntado «¿a quién queremos proteger? ¿Qué hechos se quieren esconder?».

Las derechas se mantienen en contra

El representante del PP Carlos Rojas ha defendido «un debate sosegado» para reformar la Ley «y mejorar nuestra seguridad». En ese sentido, ha «saludado» la propuesta del PNV aunque ya ha avanzado que «no la compartimos». «El mero transcurso del tiempo no da para desclasificar informaciones de inteligencia. Hay cosas que no pueden ser desclasificadas», por lo que ha insistido en un debate «sosegado» para reformar la ley.

En el turno en contra tan solo ha tomado la palabra el diputado de Vox José María Sánchez que aprecia en la propuesta una «violencia político-moral», en un discurso construido en torno a ETA, Sabino Arana y Xabier Arzalluz.