Integrantes de Araba Bizirik, UAGA y concejos se han unido para hacer frente a una «ofensiva» que tiene por objeto industrializar «todo» el herrialde. «Todo el territorio se ha convertido en un recurso a disposición de inversores y empresas energéticas», han aseverado, incidiendo en que «las macrocentrales fotovoltaicas y eólicas proyectadas, la progresiva implantación de invernaderos industriales o el trazado del TAV están suponiendo un verdadero expolio».

«A los tradicionales problemas de abandono del espacio rural se le suma la intimidación de ser colonizado por infraestructuras industriales», ha señalado este miércoles en una rueda de prensa Rebeka González de Alaiza, de Araba Bizirik, que ha comparecido ante los medios junto a Gorka Barredo, de UAGA, y a Arturo López de Sabando, del concejo de Margarita, un pequeño pueblo situado junto a Gasteiz que ha quedado cercado por el polígono industrial de Jundiz, por la autovía A-1 y por el trazado ferroviario.

González de Alaiza, ha puesto en valor los espacios rurales y naturales de Araba, que están «amenazados» por la «avaricia y ansia de crecimiento» de grandes compañías. «Lo que se plantea desde el Gobierno Vasco y desde la Diputación foral de Araba es dirigir estos espacios para ser utilizados como recursos del exploración industrial de empresas energéticas», ha aseverado, y ha advertido de que el diputado general, Ramiro González «miente» cuando «promete apoyar una política de sostenimiento y apoyo en el entorno rural».

«Simplemente disimula su falta de compromiso con él y la dependencia de su política con los intereses de grandes empresas como Solaria –impulsora de Vitoria Solar I y II–», ha señalado antes de afirmar que la diputada de Medio Ambiente y Urbanismo, Amaia Barredo, «ningunea la autoridad y soberanía de las entidades locales al pretender poner a disposición de estas grandes empresas el patrimonio público local».

González de Alaiza: «A los tradicionales problemas de abandono del espacio rural se le suma la intimidación de ser colonizado por infraestructuras industriales»

También ha cargado contra la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente de Lakua, la jeltzale Arantxa Tapia, que, a su parecer, «ni disimula ni miente cuando muestra su más absoluto desprecio por el entorno rural y natural cuando afirma que hará todo para que se instalen tantas centrales eólicas y fotovoltaicas como crea oportuno».

«Y todo ello con el relato de que es necesario hacerlo por el bien de todas y todos, para combatir el cambio climático y para propiciar la soberanía energética. Sin embargo, esto solo tiene como único objetivo convertir nuestro territorio en una colonia energética a expensas de esquilmar Araba y de poner en riesgo nuestra futura soberanía alimentaria».

En este sentido, ha indicado que proyectos como los previstos por Forestalia o Solaria no buscan «el bien común» ni reducir las emisiones. «Se trata de una gran estafa propiciada por la financiación de los fondos Next Generation y por una complicidad institucional que nos conduce a una degradación generaliza del entorno», ha explicado, y ha puesto como ejemplo lo ocurrido en Nafarroa, «donde existe un excedente de generación de energía, las centrales han supuesto una enorme presión para el entorno y, simultáneamente, se ha comprobado que nos han servido para reducir las emisiones».

Por último, ha cargado contra la Ley de Transición Ecológica y Cambio Climático, y ha exigido que «el necesario desarrollo de la generación de energía se realice atendiendo a las necesidades locales, de forma participativa y donde las iniciativas no se ven exclusivamente motivadas por el interés económico de las empresas energéticas».

Más de 700 hectáreas agrícolas 

Gorka Barredo, por su parte, ha denunciado que entre todos los proyectos anunciados se pretende ocupar una superficie agrícola de más de 700 hectáreas con parques solares. «A esta superficie habría que añadir la que está comprometida por el trazado del TAV, además de los proyectos de parques eólicos en Montaña y Rioja Alavesa, como Azazeta, Laminoria y Labraza. Y hay constancia también de proyectos en Pagoeta y Agurain, y en otras zonas donde las empresas energéticas están explorando, como Mendoza-Foronda, Ocio o Berganzo».

«Es un constante goteo que supone añadir presión a las zonas agrarias. Las empresas de energías renovables no deben especular con la tierra agraria y acaparar el suelo sin tan siquiera haber presentado un proyecto concreto», ha añadido, y ha remarcado que el «incremento del precio de la tierra hace más difícil la viabilidad de las explotaciones existentes e imposible la instalación de nuevos agricultores y agricultoras».

Barredo: «Las empresas de energías renovables no deben especular con la tierra agraria y acaparar el suelo sin tan siquiera haber presentado un proyecto concreto»

«Nos enfrentamos a una destrucción masiva de empleos agrarios, y esta expansión de parques fotovoltaicos en tierras fértiles podría en futuro comprometer la capacidad de producir alimentos en nuestro territorio, afectando negativamente a las seguridad y soberanía alimentaria que, por otro lado, proclaman nuestras administraciones», ha subrayado, reiterando que «estamos a favor de las energías renovables, pero no a cualquier precio ni de cualquier modo».

A este respecto, ha manifestado que «la defensa de la tierra agraria no implica oponerse a la energía solar, sino que abogamos por una implementación más sostenible. Se deben explorar alternativas como la instalación de sistemas solares en terrenos no agrícolas, techos de edificios o áreas industriales antes de recurrir a la conversión de tierras agrarias».

Y, al igual que González de Alaiza, Barredo ha criticado la actuación del Ejecutivo de Lakua y la falta de un Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables: «Las empresas se valen del vacío existente ante la falta de regulación para acaparar las tierras con mayor facilidad de acceso, buscando únicamente su propio beneficio económico».

Además, ha cargado contra la propuesta trasladada por Tapia a los agentes del primer sector, en la que no se hace mención a los macroproyectos ni a las energías renovables: «Es una respuesta insuficiente por parte de las instituciones, que lo único que están valorando ahora mismo es la estrategia mercantilista de las energías renovables, dejando a un lado a la agricultura y a la ganadería».

El triste ejemplo de Margarita

En Margarita conocen bien el peligro que supone el desarrollo sin freno de proyectos industriales y ferroviarios como el TAV. López de Sabando, que ha intervenido en representación de la vecindad de este concejo, ha denunciado que «a día de hoy vivimos rodeados y rodeadas de heces, basuras, lúmenes, ruidos, malos olores, camiones, trenes de baja velocidad, tren de alta velocidad, aviones, la futura intermodal, obras, etc., que hacen que la vida rural y tranquila haya desaparecido por completo».

Ha apuntado que «año tras año, son más los pueblos afectados, si no es por la industria, por la logística o por las energías renovables, el caso es que siempre salen afectados los concejos y enriqueciéndose los gigantes grupos empresariales».

López de Sabando: «Las macroempresas llenas de riquezas, han encontrado viaductos políticos para seguir aumentando exponencialmente sus inmensas fortunas»

«Las macroempresas llenas de riquezas, han encontrado viaductos políticos para seguir aumentando exponencialmente sus inmensas fortunas a costa de empobrecer nuestro entorno, nuestra vida», ha censurado, y ha pedido que «no nos olvidemos de nuestra procedencia, tampoco despreciemos el trabajo de nuestros antepasados en su inmensa mayoría agricultores que, gracias a ellos y ellas, estamos en esta situación de riqueza territorial, donde todavía existen quienes las trabajamos y vivimos de ella».

Por todo ello, han llamado a la ciudadanía a participar en una concentración prevista el día 23 de marzo, a las 13.00, frente al Palacio Foral de Gasteiz. Además, han instado a la ciudadanía a participar en la manifestación convocada por Euskal Herria Bizirik el 13 de abril en Azpeitia. «Nos va la vida en ello», ha destacado González de Alaiza.