El segundo largometraje de Celia Rico (‘Viaje al cuarto de una madre’) está protagonizada por María Vázquez (‘Quien a hierro mata’), Adriana Ozores (‘Thi Mai, Rumbo a Vietnam’) y Aimar Vega (‘Modelo 77’) y explora el contradictorio vínculo de admiración y reproche entre dos mujeres de generaciones muy distintas. Un vínculo que define y atraviesa la agridulce experiencia del amor y la soledad hoy en día.
Según nos descubre su sinopsis, Teresa, de 42 años, cambia sus planes de vacaciones para pasar el verano con Ani, su madre.
Convivir día y noche después de tantos años no le resulta fácil a ninguna de las dos. Acostumbradas a vivir solas, les cuesta ponerse de acuerdo hasta en las pequeñas cosas del día a día. Sin embargo, la obligada convivencia traerá también momentos reveladores para ambas.
Hay un tercer personaje que aparece en la historia y sirve de contraste dramático y de unión entre madre e hija, ya que las dos acaban queriéndolo y confiando plenamente en él. Es un joven pintor que viene a arreglar la fachada de la casa, y que conecta de manera clara con ambas mujeres.