Carlos Gil
Analista cultural

Cuando el texto resuena

EN MITAD DE TANTO FUEGO
Autor: Alberto Conejero. Intérprete: Rubén de Eguía. Iluminación y dirección: Xavier Albertí. Lugar y fecha: Antzoki Zaharra (Donostia) – 11-03-24 – dFERIA.

Rubén de Eguía, en ‘En mitad de tanto fuego’.
Rubén de Eguía, en ‘En mitad de tanto fuego’. (NAIZ)

Hay textos que producen efectos espaciales y que, cuando están interpretados con profundidad, conducidos por una dirección que los acompaña con sutilezas, se convierten en algo que se solidifica, que acaba conformando un cuerpo a modo de meteorito que traspasa las células y resuena en la cabeza de quien lo pronuncia y de quien lo escucha, metabolizándose en algo más que una narración o una traslación de personajes, tiempos y escenas de otros tiempos, en este caso de la ‘Iliada’ de Homero, para convertirse en una acción poética escénica mayestática que hace que cada instante teatral sea una galaxia de universos atravesados por la palabra, la acción, la belleza, el sentimiento y esos silencios electrizantes que coagulan la escena, las emociones se convierten en destellos de lucidez y el arte se hace cuerpo, voz y luz.

El texto de Conejero tiene facultades sobrenaturales en cuanto a su esplendor poético. No escatima el autor recursos, ni se frena en ningún episodio para adentrarse en las entrañas del ser humano tanto en lo épico como en lo intranscendente convertido en fundamental. Sobre ese texto, el director opera de una manera homeopática, interviene desde un punto de vista de generar las condiciones para que el actor, Rubén de Eguía, se convierta en lo esencial, en el objeto del deseo, en el protagonista de toda circunstancia escénica, y lo haga de manera consciente, gradual, dejándose atravesar por ese texto, esas acciones contenidas o liberadas y unas disposiciones que redoblan toda la trascendencia del texto al propiciar un espacio majestuoso que se convierte en mágico debido a una iluminación quirúrgica.

Por lo tanto, ante estos hechos notables, nos enfrentamos como espectadores a una sesión que supera cualquier expectativa que solamente se puede afrontar entregándose en cuerpo y alma y formando parte de ese ritual majestuoso de un teatro conformado por palabra, movimiento, voz, espacio y tiempo. El Todo.