La plantilla de Mecaner ha empezado una huelga indefinida para exigir a Stellantis y al Ejecutivo de Lakua que busquen alternativas al cierre de la fábrica que persigue la multinacional. Tras la primera reunión con la dirección que se desarrolló el martes, el comité de empresa ha llegado a la conclusión de que el grupo francés «ni tiene propuestas ni voluntad» para hablar del futuro de esta matricería de Urduliz que inició su actividad en 1961 ni de las y los 148 trabajadores.
En una comparecencia a las puertas de la planta, los representantes sindicales han denunciado este miércoles la falta de voluntad de la compañía de buscar soluciones que permitan la continuidad de la actividad industrial con la participación de la plantilla. «Stellantis desde el minuto uno lo que está haciendo es negociar el cierre y negociar el cierre en unas condiciones determinadas«, han advertido.
«No quieren hablar de futuro, vienen a la mesa negociadora con un plan establecido e inamovible, que es cerrar Mecaner. Nosotros lo tenemos claro; Mecaner sigue siendo viable. No tiene justificación económica, productiva ni organizativa, se trata de una deslocalización», han incidido.
Han expuesto que la empresa sostiene que el cierre está justificado ante la «falta de viabilidad dada su poca rentabilidad de mercado, el contexto del sector en Europa, la competitividad de los precios del mercado…». Ese argumento lo han rebatido, diciendo que los planes estratégicos de Stellantis «nada tiene que ver con la productividad, competitividad o rentabilidad de Mecaner, sino con una decisión de optimizar al máximo sus beneficios trasladando la producción a otro punto del planeta».
Beneficios millonarios
Para avalar su tesis, desde la representación de las y los trabajadores han señalado que Stellantis aumentó en un 18% su producción de automóviles en el Estado español durante 2023. Además, sus plantas ensambladoras han producido el 90% de los automóviles 100% eléctricos, lo cual indica –han apuntado– que se encuentra bien situada para las transformaciones productivas del futuro próximo.
No es un dato aislado, han recordado que en 2022 el grupo francés aumentó en un 26% sus beneficios respecto al ejercicio anterior, alcanzando los 16.779 millones de euros. Han añadido que aumentó en un 41% las ventas mundiales de vehículos eléctricos y en 2023 superó los 18.000 millones de euros de ganancias.
Tras seis meses de espera y viendo cuál es la voluntad de Stellantis en este periodo de consultas que se ha abierto, la plantilla desea abrir nuevos escenarios que eviten el cierre de Mecaner. «El futuro de la planta todavía no está decidido, y mientras esa puerta siga abierta seguiremos luchando», han prometido.
Para ello, van a seguir demandando a las instituciones que asuman su responsabilidad y tomen compromisos en aras a «una política industrial activa» que permita salvar a Mecaner. En esa fase, en su opinión, deben estar implicados la plantilla, así como agentes sociales y políticos, además de la propia ciudadanía que ve como otra empresa emblemática puede desaparecer en Uribe Kosta.
«Un futuro para Mecaner es posible, pero nosotros solos no lo podemos hacer. Es imprescindible que está lucha supere las paredes de la fábrica. Es imprescindible el compromiso y lucha de todos y todas», han concluido.