Lander Martínez afirmó ayer que «cualquier gobierno que traiga políticas progresistas» a la CAV será «válido» para Sumar y lamentó que ve a EH Bildu «mirando un poco hacia el centro y de la mano del PNV».
En una entrevista concedida a Euskadi Irratia, recogida por Europa Press, el secretario general de Sumar Mugimendua señaló que «vienen cambios» a la CAV y que «algunos equilibrios que había hasta ahora se están debilitando», por lo que podrían darse «distintas proporciones y mayorías» en el Parlamento de Gasteiz tras los comicios de abril.
Lander Martínez explicó que Sumar «tiene una cosa muy clara, y es que en Euskadi no necesitamos políticas conservadoras».
Añadió que «en estos momentos es difícil estar o apoyar un gobierno en el que esté el PNV, porque tiene un gran pulso conservador, cuando la sociedad vasca lo que pide son cambios». En opinión de Lander Martínez, «que un partido que durante 40 años ha puesto en práctica políticas conservadoras siga en el Gobierno no refleja los cambios que pide la sociedad vasca».
«Los retos que vienen son muy duros, y para nosotros la fórmula es clara: cualquier gobierno que traiga políticas progresistas para nosotros será válido y jugaremos nuestro papel. Nuestra línea es clara, y es que necesitamos políticas progresistas y valientes para los próximos años», aseguró.
Así, y teniendo en cuenta que su coalición apuesta por «un gobierno que traiga políticas progresistas», Martínez lamentó que «la opción de EH Bildu en estos momentos es mirar un poco hacia el centro e ir de la mano del PNV los próximos años».
Hablando de EH Bildu, Lander Martínez afirmó que «ellos han hecho esa propuesta abiertamente, y, escuchando sus declaraciones, tienen muy claro que ésa es su preferencia para hacer pactos tras la celebración de las elecciones».
La experiencia de 2019
La desconfianza de Lander Martínez puede venir de cuando al frente de los 9 parlamentarios de Podemos favoreció que el Gobierno de Urkullu aprobara los presupuestos de la CAV de 2020, dentro de esos «40 años de políticas conservadoras». Los dos parlamentarios de Ezker Anitza-IU que formaban también parte del grupo y ahora de Sumar, votaron en contra.
Martínez aseguró en aquella ocasión que «el acuerdo alcanzado permite que avancemos a la próxima crisis económica con medidas planteadas por Elkarrekin Podemos, que actuarán como un escudo para proteger a las familias, a las empresas y a la juventud». El consejero Pedro Azpiazu saludó un acuerdo «magnífico y positivo».
Un 88% de las bases de Podemos apoyaron ese pacto en una consulta interna, pero menos de dos meses después Martínez y su equipo perdieron las primarias que ganó Miren Gorrotxategi, crítica con ese pacto presupuestario. Martínez y los suyos, dimitieron. Ahora lideran Sumar.
Para cuando el presupuesto se aprobó el 27 de diciembre en el Pleno, Lakua ya había incumplido uno de sus puntos, referente al programa Lehen Aukera. Y mientras Martínez ofrecía al Gobierno la posibilidad de aprobar nuevas leyes, el lehendakari Iñigo Urkullu disolvía el Parlamento y convocaba elecciones.
Podemos critica la RGI que aprobó en 2022
Elkarrekin Podemos propuso ayer implementar una Renta Básica Incondicional de 1.000 euros para toda la ciudadanía vasca que lleve residiendo más de 3 meses en la CAV.
El candidato por Araba, Guillermo Presa, aseguró que se trata de una herramienta para «la erradicación de la pobreza, la mejora de las condiciones laborales y el aumento de la calidad de vida y el bienestar», y que supera las limitaciones de la RGI, pues elimina el proceso burocrático y el papeleo necesario para solicitarla y así también su coste administrativo.
La coalición apuntó que «recoge así el testigo de la iniciativa legislativa popular que llegó al Parlamento Vasco en 2022 y que PNV, PSE, PP y Vox rechazaron».
También fue en 2022, el 22 de diciembre, cuando Elkarrekin Podemos aprobó junto a PNV y PSE la actual ley de la RGI, que entonces aseguraron que es «extensiva en derechos y garantista», según su portavoz y actual candidato por Gipuzkoa, David Soto.
Ayer, Leticia Jiménez afirmó que, pese a las mejoras, la RGI no es suficiente porque actúa «a posteriori, una vez las personas ya están en una posición económica delicada o grave».