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Pedalean por la conversión de la industria armamentística en civil y contra el gasto militar

Una marcha ciclista ha exigido el fin del gasto militar y la conversión de la producción de las empresas de armas vascas en civil. La movilización ha denunciado la «cada vez mayor» inversión institucional en la industria militar mientras se desatienden situaciones de emergencia social.

Participantes al inicio de la marcha ciclista por la Gran Vía bilbaina.
Participantes al inicio de la marcha ciclista por la Gran Vía bilbaina. (Aritz Loiola | FOKU)

Una marcha ciclista ha reclamado este sábado el fin del gasto militar y la conversión de la producción de las empresas de armas en civil. Los participantes en la protesta, que ha partido desde el palacio foral, en Bilbo, han realizado concentraciones frente a las instalaciones de ITP Aero, en Barakaldo, y Sener, en Getxo.

Impulsada por colectivos antimilitaristas, ecologistas e internacionalistas, la XVI Marcha Ciclista contra la Guerra, el Gasto y la Industria Militar ha denunciado además una inversión institucional «cada vez mayor en la industria militar mientras se desatienden las situaciones de emergencia social que vive la ciudadanía».

Las organizaciones convocantes han exigido así «el fin del gasto militar y de las fábricas de armas apostando por la conversión de la producción de las empresas armamentísticas vascas». Han mencionado el caso de Orbea, que pasó de fabricar pistolas, revólveres y todo tipo de armas cortas a bicicletas «fomentando un estilo de vida saludable y amigable con el medio ambiente».

«Implicación institucional»

Asimismo, han criticado la «creciente implicación institucional con las fábricas de armas y la ampliación de los recursos destinados al militarismo frente a la actual realidad de recortes en sanidad, pensiones, políticas de igualdad, prestaciones sociales o acceso a una vivienda digna en un contexto de incremento del coste de la vida».

Los colectivos convocantes han denunciado también que, «según datos del Ministerio de Defensa, son un centenar las empresas que conforman el cluster de las fábricas de armas vascas». Así, han advertido que la CAV «factura anualmente 750 millones de euros a través de su industria militar, obteniendo unos beneficios de 150 millones», incidiendo que la mayor parte de la producción de empresas vascas va a Israel, Arabia Saudí, Marruecos, México, Brasil, Estados Unidos y Estado español.

Mediante esta marcha ciclista han denunciado que el Gobierno de Lakua ha aprobado este año subvenciones por valor de 100 millones a las empresas de armas vascas. Además de ITP Aero y Sener, han citado a SAPA de Andoain y Aernnova de Gasteiz, como las principales compañías armamentísticas con sede en la CAV.