En vísperas de Semana Santa, los supermercados se llenan de ofertas de uno de los productos estrella: el cordero. Este 26 de marzo, una treintena de agricultores han tomado parte en una acción, a iniciativa del sindicato ELB, con la que han querido alertar a la clientela de que, como en tantas otras grandes superficies comerciales, en el Intermarché de Hazparne se vende cordero procedente de Nueva Zelanda. Ello en razón de los acuerdos de libre comercio.
«Venden cordero de Nueva Zelanda, congelado en 2022, a 9,99 euros y el congelado a partir de 2023 a 8,99 euros. Parece que el cordero es como el vino: cuanto más envejece, más valioso se vuelve», bromeaba esta mañana en declaraciones a 'Mediabask' Laurent Blastre, uno de los participantes en la protesta.
«Durante el año trabajamos también con la cooperativa local Axuria, aunque, en periodo de fuerte demanda, de manera puntual, hacemos promociones con este tipo de productos», se justificaba, por su parte, el director administrativo del establecimiento comercial, Frantxoa Sabaloue.
Los agricultores han llevado a cabo una «operación de limpieza». Así, han vaciado de cordero los lineales y han salido del establecimiento. Donarán esos productos a la asociación caritativa La Table du Soir, que reparte comida caliente a personas en precariedad social en Baiona. Solo se han quedado con una pieza, para enviársela al ministro de Agricultura, Marc Fesneau.