Un grupo de aficionados del Athletic viaja desde este martes hasta Sevilla en un autobús clásico londinense de dos pisos para ver la final de Copa, en la que el equipo bilbaino se va a enfrentar este próximo sábado al R.C.D Mallorca.

Los aficionados, cuya primera parada será Valladolid este misma tarde-noche, viajarán «tranquilamente» por carreteras y autopistas en este autobús londinense, que fue puesto en circulación en 1978, y que ha sido revisado minuciosamente antes de emprender este viaje de cuatro amigos.

En declaraciones en las instalaciones deportivas de Lezama, José Abascal, uno de los viajeros, ha subrayado que «hay cosas en la vida que marcan» y este viaje, ha enfatizado, va a marcar sus vidas.

Según ha explicado, la idea de esta aventura se cuajó en la localidad cántabra de Riaño, lugar de veraneo de unos cuantos del grupo y residencia del resto, en honor a uno de sus componentes, ‘Mutato’, «acérrimo» seguidor rojiblanco.

El autobús fue utilizado por unos amigos de Barcelona, Pere y Miguel, para tareas publicitarias, hasta que el grupo de aficionados rojiblancos, 12 en total, se enteró de su venta y lo compró para utilizarlo como txoko.

«Venía muy malito y lo reparamos entre los amigos, aunque la última revisión fuerte se ha hecho hace seis meses. Es una pieza única. Era difíci, pero se restauró», ha añadido.

En total, viajarán cuatro aficionados en el autobús, que al tratarse de un vehículo clásico puede transportar a cinco personas, cuatro más el conductor. El resto de la cuadrilla, ha finalizado Abascal, les espera en Sevilla para ver el partido. «Cogemos la copa, y volvemos otra vez a subir para celebrarlo aquí en Bilbao».

El autobús puede circular por autopista a 75-80 kilómetros por hora aunque reconocen que cuando sube cuestas bajan ostensiblemente la velocidad, «a lo mejor a 50 a 40, como un autobús, un camión».