El coste de la destrucción de infraestructura crítica de la Franja de Gaza por la ofensiva israelí ronda los 18.500 millones de dólares, ha revelado este martes un informe del Banco Mundial realizado con apoyo financiero de la Unión Europea.
Según el reporte, los daños en el enclave palestino equivalen al 97% del producto interior bruto generado en 2022 por los territorios palestinos de la Franja de Gaza y la Cisjordania bajo ocupación israelí.
El Informe de Evaluación Interna de Daños ha recopilado datos entre octubre de 2023, cuando arrancaron los bombardeos de Israel sobre Gaza, y finales de enero de 2024, y concluye que la destrucción de infraestructura afecta a todos los sectores de la economía.
La vivienda representa el 72% de los daños, la infraestructura de servicios públicos como agua, salud y educación el 19%, y los daños a edificios comerciales e industriales el 9%. El 84% de las instalaciones sanitarias han sido dañadas o destruidas, el sistema de agua entrega menos del 5% de su capacidad anterior y ningún niño o niña puede acudir a la escuela por el derrumbe de las infraestructuras educativas.
Hay apagones eléctricos casi desde la primera semana del conflicto y el 92% de las carreteras han sido afectadas, dificultando la distribución de ayuda humanitaria. El informe destaca que el ritmo de destrucción se está estabilizando, dado que quedan pocos edificios intactos. La ofensiva ha dejado por ahora más de 26 millones de toneladas de escombros que tardarán años en ser retirados.
Según el Banco Mundial, más de la mitad de la población gazatí está al borde de la hambruna, más de un millón de personas han perdido su hogar y el 75% de la población son desplazados internos.