«Hacer que un enfermo o lesionado, o una parte de su cuerpo enferma o dañada recupere la salud». Es la definición que el diccionario de la RAE ofrece del verbo ‘curar’. Es la palabra que ha empleado el candidato a lehendakari por el PNV, Imanol Pradales, para referirse a la situación de Osakidetza en su visita de este lunes a la zona hospitalaria de Donostia.
El aspirante jeltzale y su partido vienen a reconocer que el modelo autonómico de salud está «enfermo o lesionado» y que necesita una mejor atención, aunque se cuidan muy mucho de recordar quién se ha encargado hasta la fecha de la gestión de «la joya de nuestro autogobierno».
La cita era al mediodía ante Onkologikoa, un centro que ha hecho correr ríos de tinta durante las últimas legislaturas debido a las idas y venidas de su integración en el sistema público. Pradales ha sido recibido por compañeros de formación como el alcalde Eneko Goia, el exdiputado general y ahora candidato al Parlamento Markel Olano, la presidenta de la Cámara de Gasteiz Bakartxo Tejeria, y otros referentes como Joseba Egibar o Imanol Lasa.
Antes de ponerse ante el micrófono, han guiado al candidato al parking anexo, en el que se van a construir dos nuevos edificios sanitarios, un nuevo hospital para consultas externas –bajo el cual irá un nuevo aparcamiento de cuatro plantas– y la sede para la unidad de protonterapia. Se prevé que el segundo esté terminado para la primavera de 2026, y el primero para mayo de 2027. Al mismo tiempo, se está acondicionando una parcela anexa como parking provisional.
Una inversión de 1.250 millones
Terminado el paseo, Pradales ha señalado ante los medios que «la salud será nuestra máxima prioridad en la próxima legislatura. Tenemos que curar Osakidetza, porque Osakidetza nos cuida y nos cura. La salud es el bien más preciado para las personas».
Por ello, ha defendido que este no puede ser un tema que caiga en «debates partidista», y ha puesto sobre la mesa la necesidad de «un acuerdo de país» que una a todos los agentes implicados.
Pradales ha asegurado que si es elegido lehendakari su gobierno invertirá 1.250 millones de euros en infraestructuras, y ha citado solo para Gipuzkoa, además de los dos edificios ya mencionados –en su día se dijo que costarían 100 millones, hoy ha hablado de 60–, el nuevo hospital de Tolosa, ampliaciones en los de Zumarraga y Arrasate, o nuevos ambulatorios en Irun y en Donostia.
Además, se ha comprometido a que las citas en Atención Primaria no vayan más allá de las 48 horas, a que la lista de espera para las cirugías no urgentes baje de los 50 días –ha apuntado que «hoy están por encima de 60»–, a incrementar los recursos para la salud mental con «una unidad específica para prevenir el suicidio y para apoyar a las familias que tienen que sufrir una cuestión de este tipo», y a reordenar la organización de los PACs, construyendo nuevos centros si fuera necesario.