Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

Usos de la Inteligencia Artificial para control social, punto de fricción entre partidos

Ni un solo partido olvida en su programa la Inteligencia Artificial. La necesidad de una nueva regulación es compartida. Coinciden en que afectará a la economía, la sanidad, la política lingüística y las fórmulas de control social. Y en este último punto asoman las mayores divergencias.

Visita del Gobierno de Lakua a Hyperion, el superordenador ubicado en Donostia.
Visita del Gobierno de Lakua a Hyperion, el superordenador ubicado en Donostia. (IREKIA)

Apenas año y medio después del pelotazo del ChatGPT, la Inteligencia Artificial está presente en todos los programas de los partidos que aspiran a entrar en el Parlamento de Gasteiz. Esta materia no siempre se aborda, sin embargo, de manera sistematizada. Aparece por aquí y por allá, en ocasiones de forma un tanto interesada.

Es posible que existan puntos de acuerdo que sirvan para una primera regulación, pues varios partidos insisten en la necesidad de elaborar una ley que imponga cierta «ética» a la IA, pero es discutible que todos remen en la misma dirección. Transparencia, software libre y su empleo para el control social por parte de la Ertzaintza afloran como puntos de conflicto, una vez leídos los programas.

EH Bildu es la formación que realiza un esfuerzo mayor por encuadrar teóricamente qué papel jugará la IA y conceptualizarla. Sostiene que Euskal Herria ha entrado en «la era de la digitalización y la Inteligencia Artificial». En consecuencia, propone algunas de las «infraestructuras digitales de estado» que deberían implantarse para dar un respuesta integral (abordando la capacitación integral de los trabajadores en esta era, de las aplicaciones en la Administración Pública, de sus potencialidades sanitarias, de la transformación del sistema productivo, etc.).

El desarrollo de la materia que hace EH Bildu es bastante exhaustivo. La necesidad de transparencia y el que esta tecnología se sostenga sobre software libre emergen como elementos nucleares de su propuesta, así como el impulso de la tecnología propia desde la perspectiva del conocimiento abierto y la Open Science.

«El control de este cambio es imprescindible para llevar a cabo una transición ordenada a favor de los sectores populares», sostiene EH Bildu.

Asimismo, el programa de la formación denota que se trata del principal partido de la oposición en el sentido de que parte del texto se dirige a subrayar las carencias actuales en la materia (acusa al Gobierno de Iñigo Urkullu de carecer de estrategia en este ámbito y de haber desarrollado planes de desarrollo «débiles»), además de contraponer una alternativa que pasa por potenciar elementos existentes y que incluye la creación de todo un corpus de entidades de nuevas: el Laboratorio de Innovacion de Tecnologías Libres/LIBREGune, un centro vasco de Supercomputadores, una Agencia de Datos Públicos y el Nodo Científico Tecnológico de Referencia del Procesamiento Lingüístico Automático...

«El control de este cambio es imprescindible para llevar a cabo una transición ordenada a favor de los sectores populares, lejos de las estrategias que se han seguido hasta ahora y que han posibilitado que estos avances tecnológicos se utilicen al servicio del capitalismo neoliberal salvaje para aumentar la precariedad a cuenta de los beneficios de unos pocos», sostiene la formación, preocupada por cómo impactará la IA en el mercado laboral.

Presentación de sus últimos chips de NVidia pensados para impulsar el desarrollo de la IA. (AFP)

En último término, el programa de EH Bildu pronuncia de forma muy rotunda en el punto que asoma como más conflictivo: las aplicaciones de la IA para el control social. «Cada vez está siendo más exacerbado el empleo de dispositivos de control, vigilancia, sistemas de Inteligencia Artificial y algoritmos aplicados a funciones de seguridad. Herramientas que precisan de control público, garantía de su calidad y veracidad, así como protocolos claros sobre su empleo, tanto para la institución policial, como para garantizar los derechos fundamentales de la ciudadanía frente a ella», sostiene la coalición de Pello Otxandiano.

Por encima de todo, negocio

Ninguna otra formación teoriza tanto ni baja tanto al detalle como EH Bildu, siendo el PNV quien más se le acerca en cuanto a espacio dedicado a la IA en su programa. Sin embargo, este partido va a enfocar fundamentalmente la IA como una oportunidad económica y no tanto como un elemento de transformación social. En consecuencia, la mayoría de las referencias a la IA quedan encuadradas dentro de la «economía digital».

Los de Imanol Pradales, eso sí, son conscientes de la necesidad de una nueva legislación. «Adaptaremos el marco legal para apoyar la economía digital, incluyendo la protección de datos, la seguridad cibernética, el comercio electrónico y la ética en la Inteligencia Artificial», prometen en la página 57 de su programa.

El PNV respaldará la creación de un repositorio de datos que permita materializar una IA fiable y atada a la normativa vasca y europea.

El PNV incluye diez medidas (siendo la creación de este nuevo marco regulatorio la primera de ellas). Son promesas, en general, más pinceladas que definidas. Prometen convertir a la CAV en un «nodo de referencia» de la IA a nivel europeo, fomentar la conciencia crítica ciudadana, capacitar a los mejores investigadores y también se comprometen a impulsar «proyectos piloto», etc.

Como apuntes más concretos, indican que colaborarán «con el Centro Vasco de Inteligencia Artificial, BAIC, para acelerar la implantación y uso de la IA, de una manera ética y segura, en los diferentes sectores de la industria» y que respaldarán «la creación de un repositorio de datos que permita materializar una IA fiable basada en los valores y normas de Euskadi y Europa».

Siguiendo el orden de los partidos que mayor parte de su programa dedican a la IA, el siguiente es el PSE, que está prácticamente a la par con el PNV. Este partido muestra una preocupación mayor por el lado oscuro de la IA y la visión economicista queda algo más relegada.

«Si no se supervisa y gobierna adecuadamente, algunos usos de la IA podrían provocar inexactitudes benignas, resultados no deseados, vulnerabilidades en la privacidad de datos, problemas de ciberseguridad, impactos ambientales negativos e incluso sesgos graves», advierten el PSE.

Los de Eneko Andueza avanzan que impulsarán una ley alineada con Europa y que hará que la CAV sea «vanguardia» en esta materia. De hecho, proponen desde ya siete principios rectores que debería tener esta ley, que parecen bien teorizados  y evidencian la mano de un experto tras la redacción de este apartado.

Seguridad ciudadana, identificación biométrica, impuestos

A diferencia del PNV, el PSE interpreta la IA como un elemento más ligado a la transparencia, a la gestión de la Administración Pública, y al procesamiento de datos y rendición de cuentas.

A pesar de tener este enfoque prudente como elemento destacado, hay una mención a la IA en el programa del PSE que resulta un tanto turbadora. Antes de entrar en harina, la Inteligencia Artificial aparece citada en la página 109, donde trata de asuntos sobre seguridad ciudadana, ahí prometen que invertirán en sistemas de IA para que Ertzaintza y Policía realicen su labor «de la manera más eficiente y garantizando su seguridad personal». No concretan más.

Pese a contar con un programa electoral extenso, Elkarrekin Podemos dedica relativamente poco espacio a la IA. Ahora bien, no se puede decir que no sean claros. Su intención es sacar adelante una ley que «que garantice la seguridad y el respeto a los derechos fundamentales y los valores de la Unión Europea en los sistemas de IA comercializados y utilizados en Euskadi».

Para Elkarrekin Podemos es necesario que la nueva regulación defina cómo han de utilizarse los sistemas de identificación biométrica a tiempo real.

Al bajar al grano de lo que quieren regular, los de Miren Gorrotxategi hacen diana en el control ciudadano. «Esta normativa regulará específicamente los sistemas de identificación biométrica a distancia en tiempo real en espacios de acceso público».

Junto con ello, Elkarrekin Podemos propone «prohibir el uso de la IA con fines de puntuación ciudadana y otras prácticas que exploren las vulnerabilidades de grupos específicos de personas, ya sea por edad, discapacidad, situación social o económica».

Impuestos especiales y ¿quién gobierna a quién?

La plataforma Sumar, por su parte, arranca bastante filosófica: «¿Vamos a gobernar el desarrollo tecnológico o el desarrollo tecnológico nos va a gobernar?». Lamentablemente, la pregunta se queda ahí colgando, sin más. Sumar baja poco el terreno de lo concreto. Sí que habla de crear una «Guía de Buenas Prácticas» y otra «Mesa de Trabajo».

Sumar plantea un impuesto específico para aquellas empresas que reduzcan plantilla de la mano de la robótica y la Inteligencia Artificial. 

Su propuesta más llamativa es «un impuesto especial para aquellas empresas que hayan sufrido un alto grado de digitalización y mecanización de la mano de la robótica y la inteligencia artificial, y que, como consecuencia, hayan reducido su plantilla».

El control de la IA está en muy pocas manos, siendo Sam Altman (CEO de OpenAI) el principal gurú hoy día. (EP)

El programa del Partido Popular menciona la IA, pero apenas ahonda en la materia. Esta parquedad en cuanto a promesas parece no deberse a un desinterés por lo que representa la IA –todo hay que decirlo–, sino a que el programa electoral del PP parece francamente poco trabajado.

La primera vez que el partido de Javier de Andrés PP cita la IA es para hablar de control social y para afirmar que esta tecnología tendrá un «creciente impacto» en la labor de la Ertzaintza.

El PP entiende que los principales aspectos donde impactará la IA es en la seguridad y en la cultura, lo que debería tener impacto en la política lingüística.

Posteriormente, asegura que será útil de cara a desarrollar herramientas para los sanitarios. La tercera aparición es mucho más críptica. «Las redes sociales y otras herramientas de Internet e Inteligencia Artificial pueden servir para potenciar nuestro crecimiento cultural en la educación, en el arte, en la lengua...».

Se intuye, porque está hablando de las lenguas oficiales, que este partido considera que la llegada de la IA –y la capacidad que está demostrando para traducir de un idioma a otro– debería alterar la política lingüística de la CAV.

Tecno-optimismo ante problemas estructurales

Más allá de la dimensión económica de la IA y su aplicación para el control social, son estos dos ámbitos que cita el PP (el lingüístico y el sanitario) donde los partidos aprecian una mayor potencialidad de la IA. Prácticamente todos consideran que gracias a esta tecnología la presencia del euskara en internet podrá reforzarse, si se adoptan las políticas adecuadas.

En cuanto a sus aplicaciones sanitarias (siendo estas indudables) a veces parecen sobreestimadas y pecan de tecno-optimistas en el sentido de que es dudoso que la IA pueda convertirse en remedio de los males de Osakidetza. El PNV, concretamente, promete una mejora radical de la sanidad usando IA y la «Computación Cuántica» –que está fenomenal– pero que a la Atención Primara no la va a arreglar.