Iger vs. Peltz
A finales de 2022, The Walt Disney Company sorprendió al mundo empresarial al recuperar a Bob Iger como CEO, un líder que ya había dirigido los destinos de los de Burbank entre 2005 y 2020. Sin embargo, su regreso estuvo marcado por movimientos controvertidos y algunos traspiés muy dolorosos en taquilla que desencadenaron la desaprobación de inversores como Nelson Peltz.
Peltz, con el objetivo de tomar el control, intentó sin éxito hacerse con el poder hace varias semanas, lo que ha evidenciado una guerra interna por el poder dentro de la compañía.
Conocido por su historial en empresas como Procter & Gamble o Heinz, Peltz había desplegado una estrategia firme para enfrentarse a Iger.
Con 900 millones de acciones, equivalentes al 0,5% de Disney, aspiraba a influir en la política de la compañía. Sus métodos, currículum y aversión a la política woke, que según él está dañando la reputación de Disney, lo han vinculado con su gran amigo Donald Trump.
Aunque intentaba moderar sus declaraciones, expresando su acuerdo con algunas decisiones recientes de la empresa, como los despidos de 7.000 empleados, sus verdaderas intenciones quedaban claras.
A pesar de esto, Iger salió victorioso y destacó la importancia de un proceso de transición adecuado para asegurar el éxito del próximo líder de la compañía.
Aunque su contrato está vigente hasta 2026, afirmó que la búsqueda de un sucesor ocurrirá «en el momento adecuado», buscando así distanciarse de la polémica con Peltz, quien, respaldado por el expresidente de Marvel, Ike Perlmutter, intentaba desbancarlo.
En una entrevista con la cadena NBC, Iger abordó las críticas de Elon Musk hacia Disney por supuestos contenidos woke, calificándolos como irrelevantes para la empresa.
«No me distraigo con esas cosas», dijo, aunque reconoció cierto grado de animosidad personal por parte de Peltz. Sobre las críticas woke, Iger aclaró que la empresa no busca infundir mensajes políticos, sino ser «entretenida» y promover la «aceptación y comprensión» de todas las personas.