Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Osasuna tendrá que reaccionar porque Arrasate se merece un mejor final

Tras derrotas seguidas y cinco en las últimas seis jornadas. Osasuna pasa por su peor momento de la temporada, dejándose llevar por la falta de incentivos deportivos, pero firmando un final que no se lo merece Jagoba Arrasate, uno de los mejores técnicos de la historia deportiva del club navarro.

Los aficionados rojillos que tuvieron que desplazarse un buen número de kilómetros no pudieron acabar más insatisfechos con su equipo.
Los aficionados rojillos que tuvieron que desplazarse un buen número de kilómetros no pudieron acabar más insatisfechos con su equipo. (Antonio Luis JUÁREZ | LA OTRA FOTO)

Aunque sin problemas clasificatorios por los 39 puntos que acumula, Osasuna sigue dando tumbos en un final competitivo que no se merece Jagoba Arrasate, uno de los mejores técnicos históricos de la entidad rojilla.

Cinco derrotas en las seis jornadas y tres de manera consecutiva son los números de un equipo que se ha caído en las últimas semanas, un bloque sin alma y pusilánime, que ha perdido la esencia competitiva que le caracteriza.

«El partido que hemos hecho no tiene perdón», se flagelaba Sergio Herrera a la finalización de la derrota frente a un Granada que le pasó a la escuadra navarra por encima en el segundo tiempo para acabar goleándole.

Con el beneficio de la dificultad de medirse a los dos primeros clasificados por aquel entonces, tanto el tropiezo contra el Girona como frente al Real Madrid tuvieron su pase y la recuperación de juego y resultados ante el Almería devolvieron las cosas a su sitio.

Pero perder ante el Valencia hace apenas dos semanas, con el consiguiente mazazo de verse ante la imposibilidad de tener opciones para luchar por la séptima plaza europea, ha causado estragos en el vestuario osasunista.

Y eso que durante la primera parte del duelo disputado contra el Rayo Vallecano volvió a verse a esa escuadra navarra que va a por el rival, juega en campo contrario y no le pierde la cara al duelo.

Sin embargo, todo fue un espejismo tras la reanudación. Un bloque mucho más atemorizado, encerrado en propio campo y confiando a una seguridad defensiva en propia área de la que ahora ya no se puede fiar.

Tres cuartos de lo mismo que sucedió en Granada, donde las huestes de Arrasate tuvieron el balón e incluso supieron moverlo con criterio y velocidad durante la primera media hora para volver a caer en picado durante el resto del envite.

El primer gol nazarí no sentó nada bien, pero es que el 2-0 resultó una losa que dejó a Osasuna como si fuese el equipo que estaba acuciado por su situación clasificatoria y no un Granada que intenta resucitar, aunque lo tiene francamente difícil.

Segundas partes no fueron buenas

De nuevo, las segundas partes, esas en las que hasta ahora el cuadro rojillo solía crecer en cuanto a juego, ímpetu y físico, volvió a convertirse en una suerte de patio de colegio, un grupo sin orden ni concierto, en el que los futbolistas parecieron hacer la guerra por su cuenta de manera individual y sin mayor fe en sus evoluciones.

De «indigno» tildó el preparador de Berriatua lo que se vio sobre el césped. Y no le faltó razón. «Más allá de que ellos han estado muy bien y nos han apretado, hemos atacado mal y hemos defendido peor. Hemos sido un desastre en el segundo tiempo», sentenció.

Y Herrera aún fue más allá, incluso con un cierto tono premonitorio. «Igual nos estamos equivocando a la hora de pensar que no nos estamos jugando nada y la verdad es que nos estamos jugando llegar al año que viene con ritmo y buenas sensaciones», indicó.

Unas declaraciones que no son baladí porque, a partir del próximo ejercicio, aunque pueda conservarse la mayoría del bloque, Osasuna iniciará una etapa diferente, con nuevo inquilino en su banquillo, un cambio nada desdeñable.

En todo caso, a lo que se puede agarrar el equipo es a que aún restan cinco jornadas para que concluya el curso, con compromisos ante equipos de la parte de arriba que se están jugando suculentos premios continentales.

El inminente será un Betis que aterrizará en El Sadar este próximo domingo. Plantar cara y competir ante esos contrarios es lo mínimo que se le puede exigir a un bloque que debe reaccionar para ofrecer otra imagen bien diferente y que permita brindarle una despedida a Arrasate como se merece.

Para darle una vuelta a la situación, el míster vizcaino parece que podrá contar con uno de sus puntales a lo largo de la campaña. Aimar Oroz se ha ejercitado parte de la sesión matinal de este lunes con el resto de sus compañeros y apunta a estar en el compromiso frente a los béticos.